En un contexto económico desafiante para el sector agropecuario argentino, donde la caída de los precios internacionales y los márgenes reducidos afectan la rentabilidad de los productores, ha surgido una novedosa estrategia de inversión: el canje de granos por propiedades. Esta modalidad busca diversificar las inversiones del campo y ofrece una alternativa al mercado inmobiliario, con un proceso simple y eficiente que puede convertirse en una tendencia creciente.
A pesar de la reciente reducción temporal de las retenciones para el agro, los productores enfrentan una fuerte desventaja competitiva. Según informes recientes, los productores argentinos reciben aproximadamente 150 dólares menos por tonelada de soja en comparación con sus pares brasileños, lo que resalta la presión sobre la rentabilidad del sector. Además, los precios de productos clave como el maíz y el trigo han disminuido, dejando a muchos productores en una situación difícil.
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En este escenario, los productores están recurriendo al mercado inmobiliario como una alternativa para proteger el valor de su producción. La derogación de la Ley de Alquileres, la eliminación del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles (ITI) y el regreso de los créditos hipotecarios han recuperado la confianza en el sector inmobiliario, ofreciendo nuevas oportunidades de inversión. Una de las modalidades más innovadoras es el canje de granos por propiedades en CABA y el AMBA.
El proceso es sencillo: los productores entregan granos como forma de pago para adquirir propiedades. A través de la plataforma Click Granos, los productores pueden financiar la compra de inmuebles utilizando sus granos disponibles o futuros. Esta herramienta permite que los productores financien su compra en cuotas, adaptándose al flujo de su producción, y actúa como intermediario para liquidar los granos y destinar el valor obtenido al pago de la propiedad.
El canje de granos por propiedades no solo ofrece ventajas fiscales, al evitar la retención impositiva al momento de la liquidación de los granos, sino que también permite a los productores diversificar sus inversiones. Al convertir su cosecha en activos inmobiliarios, pueden beneficiarse de la apreciación del metro cuadrado y resguardar su valor frente a la volatilidad de otros activos. Además, el sector inmobiliario se está posicionando como una opción atractiva ante la inestabilidad económica.
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Con varias operaciones ya cerradas, el canje de granos por propiedades ha mostrado un gran interés y aceptación por parte de los productores. Esta modalidad no solo facilita el acceso al mercado inmobiliario, sino que también fortalece la diversificación patrimonial de los productores agropecuarios, promoviendo un modelo de inversión sostenible. En un contexto de márgenes ajustados y cambios regulatorios, esta estrategia emerge como una alternativa viable para capitalizar la producción del campo argentino.
Fuente: Ámbito.