Aunque parecen livianas, las nubes pueden pesar más de 500.000 kilos. Una investigadora de EE.UU. logró calcular su peso con un método innovador.
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Si alguna vez miraste al cielo y pensaste que una nube flotando era solo vapor liviano, te sorprenderá saber que puede pesar lo mismo que 100 elefantes africanos. Sí, leíste bien. Las nubes, esas masas blancas que parecen flotar suavemente, están compuestas por millones de gotas de agua y pueden llegar a acumular hasta 550 toneladas suspendidas en la atmósfera.
La responsable de este asombroso cálculo es Margaret LeMone, investigadora del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR), en Estados Unidos. Su trabajo, publicado en medios científicos y replicado por Mental Floss, estimó que una nube cúbica promedio de un kilómetro de lado (mil millones de metros cúbicos) y una densidad de 0,5 gramos de agua por metro cúbico, contiene alrededor de 500.000 kilogramos de agua.
El método puede parecer simple, pero es ingenioso: LeMone calculó el volumen de la nube a partir de su sombra en el suelo y estimó su altura. Aunque las nubes no son cuerpos con bordes definidos, la aproximación le permitió obtener una estimación realista del peso suspendido en el cielo.
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Ahora bien, ¿por qué una nube que pesa tanto no se cae? La respuesta está en el tamaño microscópico de las gotas que la componen. Estas partículas de agua son tan pequeñas que la gravedad no logra arrastrarlas de inmediato. Además, el aire cálido ascendente, que genera corrientes de convección, las mantiene en suspensión durante horas.
“La nube es, de hecho, menos densa que el aire seco que la rodea”, explicó el hidrólogo Armin Sorooshian, de la Universidad de Arizona. Esta diferencia de densidad es lo que permite su flotabilidad. Pero no es eterna: con el tiempo, las gotas se fusionan, crecen y, cuando son demasiado pesadas, caen como lluvia.
Una gota de lluvia común tiene un diámetro de unos dos milímetros y, aunque proviene de un proceso complejo, es la manifestación final de un fenómeno que desafía nuestra intuición: que algo tan pesado como una nube pueda flotar con gracia en el cielo.
Fuente: TN
Foto: Archivo