El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que al menos cuatro militares murieron y nueve resultaron heridos en un ataque con explosivos contra una patrulla del ejército mexicano en el estado de Michoacán, al oeste del país.
El ataque tuvo lugar en una zona rural del municipio de Aguililla mientras los soldados intentaban localizar un campamento de un grupo criminal.
El presidente López Obrador expresó que este tipo de emboscadas son los riesgos que enfrentan las fuerzas de seguridad en México, incluyendo al Ejército, la Marina y la Guardia Nacional. Ante críticas de la oposición que piden medidas más duras contra los carteles del narcotráfico, López Obrador reiteró su enfoque en abordar las causas subyacentes de la violencia, como la pobreza, bajo el lema «abrazos, no balazos».
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El ataque se produce en un momento crucial, ya que México inicia la contienda presidencial con dos mujeres líderes en las preferencias: la oficialista de izquierda Claudia Sheinbaum y la opositora de centroderecha Xóchitl Gálvez, quien ha hecho de la seguridad uno de los ejes de su campaña.
Según fuentes militares consultadas por AFP, en la emboscada se utilizaron minas antipersona y drones con explosivos. La zona de Aguililla es escenario de una disputa territorial entre el Cartel Jalisco Nueva Generación y otra organización conocida como «El Abuelo», en alianza con la banda de «Los Caballeros Templarios».
Además del ataque en Michoacán, se reportó el hallazgo de siete cadáveres en el municipio de Lagos de Moreno, en el estado de Jalisco, donde persiste una alta incidencia de homicidios y desapariciones atribuidas principalmente al Cartel Jalisco Nueva Generación.
La violencia en México ha cobrado un alto costo humano y social en los últimos años, con una cifra alarmante de asesinatos y desapariciones relacionadas con el narcotráfico y la lucha contra este flagelo.
Fuente: Télam