Esto ocurre días después que la defensa de Oscar Romero sufriera un duro revés al habérsele denegado todas las presentaciones que hicieron, insistiendo en solicitar la libertad del abogado, luego que se conociera que era conjuez en una causa civil en la que una empresa de la zona tiene un juicio contra el Estado chubutense.
No solo a Romero le negaron la posibilidad de salir de la cárcel para continuar con esa tarea, sino que, además; en medio de una “extraña y rápida” acordada, el Superior Tribunal lo destituyó de su cargo de magistrado y dispuso que sea reemplazado por otro letrado.
Este lunes, los doctores Laura Fernández y Abdón Manyauik que se han llamado a silencio en los últimos días, excusándose de brindar declaraciones a la prensa, volvieron a carga con otro planteo en el que reiteran que su defendido debiera estar libre pero esta vez para atender a los clientes que tiene y que están en la cárcel como él involucrados en otros procesos judiciales.
Según trascendió, la audiencia en la que los abogados hicieron este planteo se realizó ayer al mediodía y fue muy particular porque uno de los jueces no estaba presente, sino que participó a través de una pantalla, en una videoconferencia que se hizo con la Oficina Judicial de Rawson. Fue la doctora Ivana González, quien conforma el tribunal con el doctor José García para fallar ante la requisitoria de los abogados de Romero.
Ellos piden su libertad o la sustitución por una medida menos gravosa como podría ser la prisión domiciliaria con una tobillera, basándose en que se estarían violando las garantías constitucionales de aquellos defendidos por Romero a los que hasta ahora no ha podido asistir porque se encuentra preso.
Los jueces González y García deberán entonces dictaminar si lo excarcelan o reafirman la resolución del juez original de la causa que tiene a Romero en la cárcel, la del doctor Gustavo Castro, quien a comienzos de mayo le dictó la prisión por seis meses al letrado.
Oscar Romero está detenido por aquel hecho que protagonizó la noche del 16 de abril cuando llegó a una tapicería de la avenida Hipólito Yrigoyen al 1000 –al sur del radio céntrico de Trelew—y en medio de un episodio que aún no está clarificado baleó al dueño del lugar con una pistola 11.25 que tenía colocada un silenciador fabricado artesanalmente.
El tapicero, un hombre de unos 60 años, llamado Horacio Pávez recibió un tiro que le ingresó por la espalda y salió por la zona torácica, del lado derecho del cuerpo. Con tanta suerte para él que el proyectil no dañó ningún órgano vital. De hecho, Pávez estuvo internado cuatro días y se fue a su casa, en tanto que Romero permaneció casi un mes en el sanatorio donde lo atendieron, de una herida en la cara que le hizo el tapicero con un destornillador.
