En medio del reclamo de justicia por el caso del fotógrafo Pablo Grillo, la Gendarmería Nacional cerró el expediente administrativo que investiga el accionar del cabo Héctor Guerrero, acusado de disparar contra el joven en marzo pasado. Según denunció el CELS y la defensa de la familia, la resolución fue tomada “en tiempo récord” y sin evaluar de forma objetiva las pruebas.
El informe interno de la fuerza concluyó que lo ocurrido fue un “hecho fortuito”, producto de la mala visibilidad y de la supuesta imprudencia de Grillo al ubicarse “en la línea de tiro”. Sin embargo, para las abogadas de la familia, ese argumento es falaz y busca encubrir a los responsables, especialmente a Guerrero, que sigue en funciones activas y no fue citado a indagatoria.
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Claudia Cesaroni, abogada de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, declaró que el informe “es un intento más de impunidad”. Desde marzo, junto a Agustina Lloret (CELS), vienen reclamando que Guerrero sea imputado por “homicidio agravado en grado de tentativa”, dado que existen videos y fotos que contradicen la versión oficial de los hechos.
El CELS también apuntó contra el carácter “endogámico y corporativo” del informe, que no busca esclarecer responsabilidades sino proteger a los miembros de la propia fuerza. En sus palabras, la investigación interna “no tuvo como objetivo buscar la verdad, sino blindar a Guerrero y cerrar filas en torno a la institución”.
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La defensa, en tanto, insistirá con que se cite a indagatoria al cabo involucrado y pedirá profundizar la investigación sobre la cadena de mandos que estuvo presente el día del incidente. Mientras tanto, el fotógrafo Grillo y su entorno continúan exigiendo justicia frente a lo que consideran un claro caso de violencia institucional.
Fuente: Noticias Argentinas.