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En las oscuras y hostiles profundidades de la fosa de Atacama, un equipo de científicos del Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI) y el Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) ha descubierto a Dulcibella camanchaca, una nueva especie de crustáceo depredador. Este hallazgo, publicado en Systematics and Biodiversity, marca un avance crucial en la comprensión de los ecosistemas hadales, situados a más de 6.000 metros bajo el nivel del mar.
Identificado a una profundidad de 7.902 metros durante la expedición IDOOS 2023, Dulcibella camanchaca es el primer anfípodo depredador activo de gran tamaño documentado en estas condiciones extremas. Su descubrimiento no solo destaca el endemismo de la fosa de Atacama, sino que también redefine las redes tróficas al introducir un depredador no carroñero en un ecosistema previamente dominado por especies que subsisten de restos orgánicos.
Con una longitud de casi 39 milímetros, este crustáceo se suma al fenómeno del gigantismo de aguas profundas. Su anatomía, que incluye robustos apéndices y maxilas con espinas apicales, lo posiciona como un eficiente cazador en un entorno de recursos limitados. Según el análisis filogenético, esta especie representa un nuevo género dentro de la familia Eusiridae, lo que subraya su singularidad evolutiva.
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El estudio también resalta el papel crucial que desempeña esta especie en el equilibrio ecológico del ecosistema hadal. Como depredador, controla poblaciones de otras especies, facilitando la transferencia de energía en un ambiente de baja productividad. La Dra. Carolina González, coautora principal del IMO, destacó que este descubrimiento subraya la riqueza de la fosa de Atacama como fuente para futuros hallazgos científicos.
Comparada con otras fosas como las de Tonga y las Marianas, la de Atacama presenta una biodiversidad única y aún en gran medida desconocida. El hallazgo de Dulcibella camanchaca reafirma la necesidad de continuar explorando las profundidades oceánicas, no solo para desentrañar los misterios de estos ecosistemas, sino también para comprender cómo la vida se adapta a condiciones extremas en un planeta en constante cambio.
Fuente: Infobae
Foto: SCI.News