Un hallazgo paleontológico de gran relevancia ha sacudido los cimientos del mundo científico en Nuevo León, México. Investigadores han anunciado el descubrimiento de los restos fósiles de Ptychodus, un antiguo pariente del imponente tiburón blanco que surcaba los mares hace entre 105 y 75 millones de años (según la datación utilizada por los científicos evolucionistas).
Este descubrimiento, realizado en canteras de piedra caliza, ha arrojado luz sobre un enigma que intrigaba a los paleontólogos desde hace años.
Los científicos que llevaron a cabo el estudio, liderados por Romain Vullo de la Universidad de Rennes en Francia, se mostraron emocionados por este hallazgo sin precedentes. Los restos fósiles completos de Ptychodus revelan un animal de proporciones impresionantes, con una longitud estimada de unos 10 metros.
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Sin embargo, lo más destacado de este antiguo depredador son sus enormes dientes, que podían alcanzar casi 55 centímetros de largo y 45 centímetros de ancho.
Según los especialistas, Ptychodus pertenecía al grupo de los tiburones lamniformes, al que también pertenece el tiburón blanco moderno. Este descubrimiento es crucial para comprender la evolución de los grandes depredadores marinos y cómo se han adaptado a lo largo de millones de años.
El análisis de los fósiles sugiere que Ptychodus era un voraz cazador, probablemente alimentándose de grandes ammonites y tortugas marinas. Este hallazgo no solo enriquece nuestro conocimiento sobre la fauna marina del pasado, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la ecología y el comportamiento de estos antiguos habitantes de los mares prehistóricos.
FUENTE: Diario Hoy.