Un emocionante hallazgo ha tenido lugar cerca de las majestuosas Cataratas del Iguazú, donde un equipo de científicos de La Plata identificó una nueva especie de pez, denominada Argolebias adrianae. Este intrigante espécimen, descubierto en un pequeño charco formado por las lluvias, demuestra una asombrosa capacidad de adaptación a entornos acuáticos cambiantes.
El Conicet local informó que la especie muestra una notable habilidad para prosperar en ambientes impredecibles, donde la disponibilidad de agua sigue el caprichoso ritmo climático de la región. Según Martín M. Montes, investigador del Conicet, la clave de su supervivencia radica en los huevos, capaces de resistir meses enterrados en el fondo del charco, enfrentando desafíos como la sequía.
Este pez pertenece al grupo de los Killi, conocidos por su excepcional adaptabilidad a entornos acuáticos efímeros que se secan durante parte del año. El lugar del descubrimiento, un pequeño espacio rodeado de piedras y árboles en la cuenca del río Iguazú, añade un elemento único a la historia, desafiando las expectativas.
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Felipe Alonso, otro investigador involucrado, destaca la importancia de abordar el desafío de identificar y describir la biodiversidad antes de que caiga en la sombra de la extinción. Los Killis estacionales, como esta nueva especie, enfrentan amenazas significativas debido a su tamaño reducido, su rango geográfico limitado y su dependencia de hábitats acuáticos vulnerables a las actividades humanas.
Este descubrimiento resalta la necesidad de proteger y comprender la rica biodiversidad de las especies acuáticas en Sudamérica, especialmente aquellas que enfrentan amenazas directas por la intervención humana. La nueva especie de pez, Argolebias adrianae, se convierte en un testimonio vivo de la maravillosa diversidad que aún espera ser descubierta en nuestros ecosistemas acuáticos.
FUENTE: Conicet.