Un fresco del siglo XV con la imagen de Constantino XI, pintado con el propio monarca como modelo, ha sido hallado en un monasterio de Egio, Grecia. Este descubrimiento ofrece una representación auténtica del último emperador del Imperio Bizantino.
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Un equipo de arqueólogos ha desvelado este jueves un hallazgo significativo en un monasterio de Egio, Grecia: un fresco que retrata a Constantino XI Paleólogo, el último emperador del Imperio Romano de Oriente o Bizantino. La pintura fue descubierta bajo una capa de pintura en un mural durante los trabajos de restauración del monasterio, situado a unos 160 kilómetros al oeste de Atenas.
El fresco muestra una figura masculina madura, vestida con insignias imperiales, incluyendo un manto púrpura bordado en oro y medallas con águilas bicéfalas, símbolo de la familia de los Paleólogos. Además, el retrato muestra a Constantino sosteniendo un cetro en forma de cruz, una representación de su estatus como emperador.
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Este retrato, fechado con certeza a mediados del siglo XV, es una de las últimas representaciones auténticas del último emperador bizantino antes de la caída de Constantinopla en 1453. Según el Ministerio de Cultura griego, el retrato «no es idealista, sino auténtico», y refleja con gran precisión los rasgos fisionómicos de Constantino XI. El rostro del emperador es delgado y transmite una sensación de tranquilidad y cortesía, algo poco común en las representaciones de figuras imperiales.
Constantino XI fue coronado emperador el 6 de enero de 1449 y defendió Constantinopla hasta su muerte el 29 de mayo de 1453 durante el asedio otomano. Su caída marcó el fin del Imperio Bizantino, un imperio que había perdurado durante casi mil años, después de la división del Imperio Romano en 395.
Fuente y foto: 20 Minutos