Un equipo de arqueólogos ha anunciado el hallazgo de una vasta red de pasajes subterráneos, conocidos como chincanas, construidos por los incas debajo de la ciudad de Cusco. Este descubrimiento se ha hecho en el marco de una investigación que ha durado décadas, combinando métodos históricos con tecnologías modernas.
La vía principal de esta red conecta el Coricancha (Templo del Sol, actualmente el Convento de Santo Domingo) con Sacsayhuamán, extendiéndose por 1.750 metros. Además, se han identificado dos ramificaciones adicionales: una que llega a Muyumarca, un sector de Sacsayhuamán, y otra que conecta con el sitio arqueológico Calispuquio.
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El término «chincana», que en quechua significa «laberinto», refleja la complejidad y la finalidad de estas rutas subterráneas. No solo servían como vías de comunicación, sino también como corredores rituales y estratégicos.
Los túneles fueron construidos con muros de piedra trapezoidales y cubiertos con vigas labradas, un diseño típico de la ingeniería incaica. Este descubrimiento ha abierto nuevas perspectivas sobre las habilidades arquitectónicas y ceremoniales de esta antigua civilización.
El hallazgo fue realizado por los arqueólogos Jorge Calero y Mildred Fernández, quienes, con la colaboración de un equipo multidisciplinario, llevaron a cabo investigaciones exhaustivas que unieron estudios históricos y avances tecnológicos.
Fuente: Diario Hoy.
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