El FBI arrestó a Ammar Abdulmajid-Mohamed Said, exmiembro de la Guardia Nacional, acusado de planear un tiroteo masivo y entrenar a agentes encubiertos para un ataque en una base militar estadounidense.
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El Buró Federal de Investigaciones (FBI) anunció este jueves la detención de Ammar Abdulmajid-Mohamed Said, un exmiembro de la Guardia Nacional del Ejército de Míchigan, acusado de conspirar para ejecutar un atentado terrorista en nombre del Estado Islámico (EI) en una base militar de Warren, en el estado de Míchigan.
Según la denuncia presentada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Said fue arrestado el 13 de mayo tras viajar a las inmediaciones de la instalación militar TACOM (Comando de Tanques, Automoción y Armamento del Ejército) y lanzar un dron sobre el lugar como parte de un plan de reconocimiento para un ataque armado. El hombre también habría proporcionado municiones, cargadores y entrenamiento táctico, además de enseñar a dos agentes encubiertos cómo fabricar cócteles molotov y utilizar armas de fuego.
El ataque fue frustrado antes de que pudiera concretarse. «No dudaremos en desplegar toda la fuerza del Departamento para proteger a nuestros hombres y mujeres en uniforme, y a toda la ciudadanía estadounidense», aseguró Sue J. Bai, jefa de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia.
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De acuerdo con el expediente judicial, Said ideó el plan junto a los agentes encubiertos, quienes fingieron ser colaboradores del EI y aceptaron participar en el tiroteo masivo. El exmilitar fue quien identificó el objetivo, detalló qué edificio atacar y cómo ingresar al complejo militar. También compartió manuales y estrategias vinculadas a organizaciones terroristas extranjeras.
Said enfrenta cargos por proveer apoyo material a una organización terrorista extranjera y difundir información relacionada con artefactos destructivos. Cada uno de estos delitos conlleva una pena máxima de 20 años de prisión. La Fiscalía solicitó que el acusado permanezca bajo prisión preventiva debido a su “alta peligrosidad y riesgo de fuga”.
Este caso refuerza las alertas de seguridad sobre la radicalización de ciudadanos estadounidenses y su posible vinculación con grupos extremistas que continúan operando dentro y fuera del país.
Fuente: 20 Minutos
Foto: Archivo