Los gigantes del entretenimiento acusan a la empresa de inteligencia artificial de fomentar el plagio con una herramienta que genera contenido visual de figuras icónicas como Darth Vader y Shrek.
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La batalla entre la industria del entretenimiento y la inteligencia artificial sumó un nuevo capítulo. El 11 de junio, Disney, Universal, Marvel, Lucasfilm, 20th Century Studios y DreamWorks Animation presentaron una demanda conjunta contra la empresa de IA Midjourney ante el Tribunal de Distrito de Los Ángeles. Acusan a la compañía, fundada por David Holz, de violar derechos de autor mediante la generación de imágenes y videos manipulables de personajes famosos a través de prompts de texto.
Según los demandantes, Midjourney —una plataforma que se presenta como “un viaje más allá de la realidad”— permite a los usuarios crear contenido visual de alta calidad basado en propiedades intelectuales protegidas, como Darth Vader, Shrek u otros íconos del cine. Estas imágenes pueden compartirse en redes sociales, donde proliferan videos apodados “IA Slop”, que combinan personajes reconocibles en escenarios o acciones absurdas.
La demanda alega que los modelos de IA de Midjourney fueron entrenados mediante prácticas automatizadas de recolección masiva de datos, incluyendo el uso de bots, scrapers y arañas de internet para capturar contenido protegido sin autorización. Incluso se señala que la empresa no solo responde a los prompts de los usuarios, sino que ofrece “plantillas” prediseñadas en su sección Explore, lo que demostraría una intención deliberada de explotar el atractivo comercial de estas figuras.
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En declaraciones anteriores, el CEO de Midjourney, David Holz, admitió que la compañía “recolecta todos los datos que puede” y reconoció la imposibilidad de rastrear el origen exacto de los millones de imágenes utilizadas para entrenar su IA. Sin embargo, los estudios de Hollywood fueron tajantes: “La piratería es piratería”, sentenció el jefe legal de Disney.
Este conflicto se suma a una serie de tensiones entre la industria creativa y las tecnologías emergentes, como ya ocurrió con el Sindicato de Actores SAG-AFTRA, que luchó contra el uso no autorizado de voces y movimientos por parte de empresas tecnológicas.
La resolución de este caso podría marcar un precedente legal fundamental para el uso de inteligencia artificial en la creación de contenido visual, redefiniendo los límites entre innovación y propiedad intelectual.
Fuente: Infobae
Foto: Aristegui Noticias