Los detenidos del pabellón 3 estaban enojados y quisieron rebelarse contra las autoridades del establecimiento porque no les habían dejado pasar los alimentos que les habían traído sus familiares. Iniciaron un incendio en el lugar quemando algunos colchones, pero desistieron de seguir en esa actitud violenta cuando el jefe de la Alcaidía, el comisario Gabriel Araujo, fue a hablar con ellos. Todo sucedió cerca de la medianoche de este sábado.
También estaban molestos porque creen que no los están cuidando, evitando que en el centro de detención haya más presos o policías contagiados de coronavirus y denunciaron que las medidas ordenadas el jueves pasado por la jueza Ivana González no se han cumplido, pese a que la magistrada dio un plazo de 24 horas para desinfectar todo el establecimiento carcelario y que se hagan testeos masivos.
Al momento en que esto sucedía en el interior de la Alcaidía, afuera, en el portón de acceso, había familiares de los detenidos que pedían encarecidamente que se hiciera presente alguna autoridad judicial o abogado de la Defensa Publica. Por suerte la situación no pasó a mayores, se apersonaron algunos defensores públicos y los presos que estaban decididos incluso a enfrentar a fuerzas especiales si aparecían a reprimirlos, se quedaron tranquilos.
El jefe del centro de detención habló después por WhatsApp con Radio 3 AM 780 para informar que la situación estaba controlada.