Según trascendió, los baleados, que son hermanos, uno de 17 y el otro de 19 años, dieron en principio una versión del hecho que al parecer no era cierta o que resultaba un tanto alejada de la realidad: le dijeron a la policía que les habían disparado desde un vehículo cuando caminaban por una calle del barrio Juan Moreira 4; el rodado sería una Renault Duster oscura a la que relacionaban con un dirigente social.
Ambos sufrieron lesiones leves. De acuerdo al médico que los atendió, uno, el mayor, recibió un tiro en una pierna y al otro una bala le rozó la cabeza.
El hecho se conoció cuando los baleados ingresaron a la guardia del hospital, después de las 18, y una hora después la policía confirmó que una persona apuñalada vinculada al mismo suceso había llegado a un centro asistencial privado, presentando heridas en el cuello y en una mano.
La victima de entre 30 y 40 años tampoco quiso darles a las autoridades mayores precisiones acerca de cómo había sido herido y curiosamente era el mismo sujeto que los baleados habían sindicado como el que les había disparado.
El segundo jefe de la Comisaría Tercera, el subcomisario Gauna hizo declaraciones periodísticas a Radio 3 AM 780.