Fue este viernes a la madrugada en el barrio Abel Amaya, en la zona oeste de la ciudad. Cuando llegaron los bomberos el coche ya estaba envuelto en llamas y el fuego lo había reducido a chatarra. Según la policía, nadie del vecindario escuchó o vio algo y el propietario aseguró que no tenía motivos para sospechar de alguien. Dicen que él y su familia estaban durmiendo cuando ocurrió el hecho.
El siniestro se registró después de la una en Rawson entre Telsen y Gan Gan y el vehículo incendiado resultó ser un Chevrolet Corsa, cuatro puertas que en cuestión de pocos minutos fue arrasado por el fuego.