Mientras los preparativos para su asunción avanzan en Washington con un despliegue masivo de tropas que demuestra el nivel de tensión política que vive la capital, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, eligió hoy mostrar una cara más amable en esta transición, a solo dos días de su ceremonia de investidura.
Biden eligió pasar el feriado de hoy, en conmemoración al nacimiento del líder del movimiento negro de derechos civiles Martin Luther King Jr, en el estado de Pensilvania, donde ayudó a distribuir comida a los que más lo necesitan en medio de la pandemia y la crisis económica.
«El servicio es una forma adecuada de comenzar a sanar, unir y reconstruir este país que amamos», afirmó sonriente Biden, de 78 años, en un video que publicó en su cuenta de Twitter.
La imagen no solo buscaba contrastar con las vallas de seguridad y la militarización del corazón de Washington, sino también con la desaparición pública de quien será su antecesor en solo unos días, el presidente saliente Donald Trump.
Hace días que la agenda del mandatario está en blanco -en realidad la Casa Blanca informa que «trabajará y hará llamadas» todo el día- y que no habla con la prensa.
A diferencia de Biden, que sigue muy activo en sus redes sociales, Trump fue suspendido de todas ellas por tiempo indefinido y, por ahora, salvo alguna excepción, parece no haber elegido retomar la comunicación más tradicional de los mandatarios estadounidenses: los comunicados de prensa.