Dylan Navarro, una de las grandes promesas del boxeo en Trelew, ha encontrado en el deporte no solo una pasión, sino también un refugio y una forma de superar las adversidades.
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A sus 20 años, Dylan está a punto de debutar como boxeador profesional, esperando que la oportunidad se concrete en agosto. “Me ayudó a levantar mis manos y mi cabeza. Hoy soy feliz de ser un guerrero de INTA”, aseguró, refiriéndose a la Escuela de Boxeo «Guerreros de INTA» dirigida por Diego Sañanco.
Trelew, conocida por su producción de talentosos boxeadores, cuenta con escuelas que no solo entrenan a jóvenes, sino que también les brindan contención y esperanza. Como dijo Osvaldo Príncipi, “en Trelew levantas una piedra y aparece un boxeador”, destacando el fuerte vínculo de la ciudad con el pugilismo.
Dylan vive en el barrio Los Pensamientos con su madre Miriam y sus hermanos, siendo el mayor de los varones. Su infancia no fue fácil, marcada por situaciones de violencia y carencias económicas. Sin embargo, encontró en el boxeo una forma de ayudar a su familia y perseguir sus sueños.
“Llegué a un momento de mi vida en el que estaba atravesando por un proceso complejo. Pero ya llevo cinco años con Diego Sañanco, que gracias a Dios me ayudó a levantar mis manos y mi cabeza”, compartió Dylan.
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En su carrera amateur, Dylan ha disputado 22 peleas, ganando 21 de ellas, con 9 victorias por nocaut. Solo perdió una vez, en la Federación Argentina de Boxeo (FAB), lo que le permitió ganar experiencia valiosa. Actualmente, se prepara con intensidad, entrenando tres veces al día.
“Estoy realizando tres turnos de entrenamiento diario. Vengo muy bien. Son días en los que le metemos mucho sacrificio, constancia, disciplina y mucha valentía”, explicó.
Dylan recordó su llegada a la Escuela «Guerreros de INTA»: “De chiquito me gustaba el boxeo, pero no tenía donde practicarlo. A Diego (Sañanco) lo conocía por ver sus peleas. Me enteré que tenía un gimnasio cerca de mi casa y me pude integrar como uno de sus boxeadores”.
La infancia de Dylan Navarro estuvo llena de desafíos, enfrentando pobreza y violencia. “Yo vengo de la pobreza, de muy de abajo, con mi mamá y mis hermanos. Ellos son la fuente de fuerza para que siga este camino boxístico. Gracias a Dios nos sacó de ese pozo”, rememoró.
Agradecido con su madre, expresó: “Ella es mi inspiración, y con mis hermanos tratamos de darle todo lo que se merece. Y sé que con el boxeo y la fe de Dios les daré todo lo que realmente necesitan”.
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Historias como la de Dylan Navarro destacan el importante rol del deporte como medio de contención y superación. El apoyo del Estado y las comunidades es fundamental para brindar oportunidades a jóvenes que, como él, buscan un futuro mejor a través del esfuerzo y la dedicación.
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