La muerte masiva de animales en las carreteras se ha convertido en una de las principales causas de extinción de especies, superando incluso la caza y las enfermedades. Según estudios, millones de animales mueren cada día por atropellamientos, afectando gravemente la biodiversidad en todo el mundo.
Laurie Speakman, conocida como la «señora de los alces», trabaja recogiendo cadáveres de animales atropellados en Alaska. Aunque las leyes permiten recoger animales para donarlos, no logran contrarrestar el enorme impacto ecológico del tráfico rodado.
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El periodista Ben Goldfarb destaca que especies como los ocelotes en Estados Unidos y los guepardos asiáticos en Oriente Medio están desapareciendo rápidamente. Las carreteras no solo representan una amenaza directa, sino que también se convierten en barreras infranqueables para muchas especies migratorias.
Para contrarrestar este problema, se han desarrollado corredores ecológicos. Estos puentes y túneles permiten que los animales crucen las autopistas de manera segura, reduciendo en más de un 80% los accidentes. Goldfarb subraya la importancia de planificar futuras infraestructuras de forma ecológicamente sensible, especialmente en países en desarrollo, donde la biodiversidad es mayor.
Fuente: DW.
Foto: Imago.