Un reciente estudio liderado por investigadores del CONICET reveló datos cruciales sobre la alimentación de las ballenas francas australes (Eubalaena australis) en Península Valdés. Estas ballenas y sus crías llegan a bucear más de cien metros de profundidad en busca de alimento de alta calidad, un hallazgo que tiene importantes implicaciones para la gestión y conservación de las áreas marinas protegidas.
El equipo del CONICET, en colaboración con la National Geographic Society, utilizó cámaras de video denominadas CRITTERCAMs para estudiar el comportamiento de las ballenas durante sus inmersiones.
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Valeria D´Agostino, investigadora del CONICET en el Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR), explica que aunque se sabía que las ballenas se alimentaban por filtración superficial y subsuperficial de zooplancton, observaron que individuos juveniles y hembras adultas realizaban buceos prolongados. Estos buceos, que llegaron a durar hasta 24 minutos, sugieren que las ballenas se alimentan cerca del fondo marino.
El análisis de los datos de las CRITTERCAMs confirmó que las ballenas se alimentan mediante buceo en el Golfo Nuevo, encontrando presas de alta calidad en las profundidades. Los copépodos calanoideos y juveniles de eufáusidos, que forman densas agregaciones cerca del fondo, constituyen su principal fuente de alimento. Además, se observó que las crías bucean a la misma profundidad que sus madres, alcanzando profundidades entre 73 y 100 metros.
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Este estudio proporciona información valiosa sobre el comportamiento alimenticio de las ballenas francas australes, demostrando que Península Valdés es una zona vital no solo para la cría y reproducción, sino también para la alimentación de estas ballenas.
Los datos obtenidos permiten una gestión más efectiva de las áreas marinas protegidas y el desarrollo de políticas de conservación que consideren la disponibilidad de presas y la salud del ecosistema en general. Esto es fundamental para mantener la biodiversidad y la sostenibilidad del hábitat marino en Península Valdés, contribuyendo a la preservación a largo plazo de la ballena franca austral y otras especies.
FUENTE: CONICET.