El cambio climático está revelando artefactos que han estado escondidos bajo el hielo durante miles de años.
Gracias a las condiciones únicas que el hielo ofrece, se ha dado paso a una nueva disciplina científica: la arqueología glaciar, cuyo objetivo es estudiar los materiales preservados por el frío, desde huesos humanos hasta herramientas de caza. Los investigadores, conscientes de la urgencia de su trabajo, se enfrentan a un reloj imparable mientras los glaciares se derriten.
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En regiones como los Alpes o el Ártico, el deshielo está revelando una vasta cantidad de artefactos que nos ofrecen un vistazo directo a la vida de nuestros antepasados. Los objetos encontrados no solo incluyen huesos, sino también restos orgánicos como pieles, madera y lana, que normalmente no habrían perdurado en otras condiciones. «Encontramos objetos que no encontraríamos en otros lugares, nuevos tipos de material. Esto revitaliza el registro arqueológico», comenta Julian Robert Post-Melbye, arqueólogo noruego con más de una década de experiencia en la investigación de glaciares.
Los hallazgos, que abarcan desde el 4.000 a.C. hasta tiempos más recientes, permiten a los arqueólogos reconstruir el panorama social y cultural de épocas pasadas. En el condado de Innlandet, Noruega, se han descubierto más de 3.500 artefactos, lo que ha dado lugar a lo que los expertos llaman una «gigantesca nueva base de datos». Este archivo histórico ayuda a entender mejor los cambios en las tecnologías de caza y la interacción entre diferentes tribus. Las flechas de madera halladas en el hielo son un ejemplo perfecto de cómo los materiales orgánicos, que normalmente no se conservan, pueden ofrecer información invaluable.
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El descubrimiento más emblemático de esta nueva disciplina fue el hallazgo de la momia de Ötzi en 1991, un hombre de la Edad del Cobre encontrado en los Alpes. La conservación excepcional de su cuerpo, ropa y pertenencias ha permitido descubrir detalles sobre su vida diaria, desde su dieta hasta los tatuajes que llevaba. El análisis de sus restos ha revelado información sobre enfermedades, intolerancias y hasta su modo de vida en las altas montañas, desafiando las creencias previas sobre los desplazamientos humanos en la prehistoria.
Este tipo de descubrimientos está cambiando la forma en que los arqueólogos entienden el pasado, mostrando cómo las condiciones extremas de los glaciares pueden preservar fragmentos de historia que de otro modo habrían desaparecido. El deshielo, lejos de ser solo un problema climático, se ha convertido en una ventana única hacia el pasado de la humanidad.
Fuente: RTVE.
Foto: EFE.