En Río Gallegos, Santa Cruz, comenzó el juicio contra un hombre y su pareja acusados de torturar a tres menores, hijos del imputado, quienes sufrieron un calvario durante años. Durante la primera jornada del proceso, el padre de las víctimas ofreció una insólita defensa, argumentando que “nunca les pegué, se pegaban entre ellos”.
El caso, que conmocionó a la comunidad, se remonta a 2021, cuando los niños, de entre 10 y 13 años, lograron escapar de la casa donde vivían sometidos a crueles castigos. Según el expediente judicial, los menores eran golpeados, encerrados y obligados a comer material fecal y vómito.
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Los imputados, ambos de 33 años al momento de la detención, enfrentan cargos por “lesiones graves calificadas por ensañamiento y alevosía, amenazas y reducción a la servidumbre”, con una posible condena de 8 a 20 años de prisión.
En su declaración ante el tribunal, el acusado intentó minimizar su responsabilidad, afirmando que las lesiones de los menores se debían a prácticas deportivas y a agresiones entre ellos mismos. Por su parte, la pareja del imputado decidió guardar silencio, manteniendo la versión ofrecida durante la etapa de investigación.
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El juicio continuará con la declaración del mayor de los hermanos, quien hoy tiene 16 años, y se espera que el proceso se extienda hasta el viernes, con la presentación de varios testigos.
Fuente: Crónica.