El Fondo Monetario Internacional (FMI) hace un llamado a la cooperación internacional para enfrentar las crecientes tensiones geopolíticas, el aumento de la deuda y el débil crecimiento mundial.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha emitido un mensaje mixto sobre el estado de la economía mundial. Durante su discurso de apertura de la Asamblea Anual, la directora general Kristalina Georgieva destacó que, aunque la inflación global está disminuyendo, el futuro económico sigue siendo incierto y complicado.
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Buenas y malas noticias En su discurso, Georgieva mencionó que «la gran ola de inflación mundial está en retirada» y que esto se ha logrado «sin llevar la economía mundial a una recesión y a unas pérdidas de empleo a gran escala.» Sin embargo, rápidamente contrarrestó esta afirmación con un aviso sombrío: «Nos enfrentamos a un futuro difícil», caracterizado por altos niveles de precios, «desgarradoras» tensiones geopolíticas, una elevada deuda y un crecimiento débil. La economista búlgara instó a reinventar la cooperación internacional para afrontar estos desafíos, advirtiendo: «No esperen fiestas de la victoria la próxima semana.»
Inflación y deuda Aunque la inflación está en descenso, Georgieva alertó que «el nivel de precios más altos que sentimos en nuestras billeteras ha llegado para quedarse.» Reconoció que las familias están sufriendo y que la frustración entre la población es palpable. Además, el FMI anticipa que la deuda pública mundial superará los 100 billones de dólares o el 93% del PIB mundial para finales de este año, y se prevé que se acerque al 100% del PIB para 2030. Esto representa un aumento de 10 puntos porcentuales del PIB en comparación con antes de la pandemia (2019).
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Un mundo convulso y la necesidad de cooperación Georgieva subrayó que el contexto actual es de «tiempos convulsos,» con un incremento de guerras, inseguridad y una mayor necesidad de gasto en defensa. Afirmó que «vivimos en un mundo desconfiado y fragmentado,» donde la seguridad nacional ha pasado a ser una preocupación primordial para muchos países. Sin embargo, dejó entrever la posibilidad de un cambio positivo: «Podemos hacerlo mejor.»
Construyendo un futuro resiliente La directora general del FMI concluyó su discurso con un mensaje de esperanza, destacando que «hay muchas cosas que podemos y debemos hacer para aumentar nuestro potencial de crecimiento, reducir la deuda y construir una economía más resiliente.» Insistió en que «los países necesitan volver a aprender a trabajar juntos,» indicando que la cooperación internacional es esencial para enfrentar los desafíos económicos actuales.
Fuente: El Periódico
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