Los bomberos trabajan este viernes para controlar los incendios forestales que ya han afectado casi a la mitad de Fraser, la isla de arena más grande del mundo declarada Patrimonio de la Humanidad, en el noreste de Australia.
Los Servicios de Bomberos y Emergencia de Queensland, el estado donde se encuentra Fraser, indicaron a la agencia Efe que el fuego ha quemado unas 82.000 hectáreas de la pequeña isla, un popular destino turístico por sus dunas de arena y su riqueza natural, incluidos los dingos o perros salvajes.
Los principales focos del incendio se encuentran en la parte oriental de la isla, donde los bomberos tratan de que el fuego no afecte a Kingfisher Bay Resort and Village, una zona residencial en la costa oeste, indicó Efe.
Un equipo formado por 90 personas y 38 vehículos, así como 17 aviones, trabaja en la extinción del fuego, que comenzó hace unas semanas por razones que aún se desconocen.