El Ministerio de Economía emitió un BONTE 2030 para inversores extranjeros, con fuerte demanda pero alto costo financiero. La operación busca reforzar reservas del BCRA y marcar un acercamiento a los mercados.
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En su primer paso concreto hacia una eventual reapertura del crédito internacional, el Ministerio de Economía colocó este miércoles un bono en dólares por u$s1.000 millones exclusivamente para inversores del exterior. La operación marcó el regreso de Argentina a este tipo de emisiones tras siete años, y si bien fue considerada exitosa por la buena recepción del mercado, implicó el pago de una tasa anual del 29,5%, reflejo del alto riesgo que aún le atribuyen los fondos internacionales al país.
La licitación del BONTE 2030, bajo legislación argentina, recibió propuestas por u$s1.694 millones de 146 inversores extranjeros, por lo que el monto total fue prorrateado. La fuerte demanda fue destacada por funcionarios y analistas del sector financiero, aunque la elevada tasa de interés encendió alertas sobre la percepción de riesgo que persiste respecto del rumbo económico.
Según informó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, además de esta colocación en dólares, se adjudicaron $8,56 billones en títulos en pesos, lo que representa un rollover del 126,28% respecto de los vencimientos del día. «Esto permite aumentar las reservas sin incrementar la deuda», afirmó el funcionario, quien destacó que también se amplió el universo de inversores interesados en la deuda local.
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El CEO de Insider Finanzas, Pablo Lazzari, sostuvo que la licitación fue «muy positiva» y que refleja un renovado interés por parte de inversores internacionales en los títulos argentinos. Por su parte, Alan Versalli, de Cocos Capital, subrayó que la tasa del 29,5% fue más alta que la esperada, ya que el mercado proyectaba entre un 22% y 23%.
Desde Eco Go, el economista Sebastián Menescaldi opinó que, si bien es relevante haber conseguido dólares, «el costo fue alto y marca que el nivel de incertidumbre sobre el futuro de la economía argentina sigue siendo elevado». A su vez, advirtió que la estrategia de financiamiento con deuda en moneda local a tasas elevadas podría no ser sostenible si no mejora la percepción de estabilidad.
Los fondos obtenidos con el BONTE 2030 irán a reforzar las reservas internacionales del Banco Central, en línea con los objetivos pactados con el Fondo Monetario Internacional. No obstante, algunos analistas cuestionaron que esos dólares deberían haberse generado a través del mercado de cambios y no mediante endeudamiento.
Fuente: Ámbito Financiero
Foto: Archivo