Cada año, entre 54 y 60 millones de personas sufren traumatismos cerebrales que requieren hospitalización o resultan en mortalidad. Aunque muchos de estos pacientes quedan con discapacidades permanentes, un estudio reciente reveló una esperanza inesperada: la “conciencia oculta”. Esta capacidad cognitiva, detectada en un 25% de los pacientes que no responden a órdenes observables, muestra que podrían entender el mundo que los rodea a pesar de no poder demostrarlo físicamente.
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La investigación, realizada en países como Estados Unidos, Francia, Bélgica y China, utilizó tecnologías avanzadas como la resonancia magnética funcional y el electroencefalograma para identificar esta “disociación cognitivo-motora”. Los pacientes que parecían no reaccionar a órdenes simples como “imagine que abre y cierra la mano” mostraron respuestas cerebrales encubiertas durante minutos, lo que sugiere que sus capacidades cognitivas están activas, aunque no se manifiesten físicamente.
Nicholas Schiff, de la Universidad de Cornell y líder del estudio, explica que este hallazgo podría cambiar la forma en que se trata a estos pacientes. “Saber que alguien es cognitivamente consciente puede transformar radicalmente su atención clínica”, señala. Esta revelación también plantea importantes preguntas éticas, como la necesidad de revaluar decisiones sobre el soporte vital y el acceso a rehabilitación intensiva para pacientes con lesiones cerebrales.
La disociación cognitivo-motora es más común de lo que se pensaba. Estudios previos indicaban que esta condición afectaba al 15-20% de los pacientes con trastornos de consciencia, pero el estudio actual sugiere que podría estar presente en un 25% o más. Este fenómeno abre la posibilidad de utilizar la tecnología para desarrollar sistemas de comunicación alternativos para aquellos que parecen no responder.
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Aunque el estudio muestra resultados prometedores, también tiene sus contras. La falta de estandarización en las pruebas realizadas en diferentes centros médicos introduce variabilidad en los datos. Sin embargo, los investigadores confían en que con más validación y métodos uniformes, la evaluación de la conciencia oculta se convertirá en una herramienta estándar para mejorar la atención y rehabilitación de estos pacientes.
Fuente: Infobae.
Foto: Semana.