El Día Mundial del Hermano se celebra cada año el 5 de septiembre, una fecha que no solo honra los lazos familiares, sino también el legado de una de las figuras más emblemáticas del altruismo: Madre Teresa de Calcuta. Esta efeméride busca fomentar la solidaridad y el compañerismo, reconociendo a aquellos hermanos de corazón que, aunque no compartan genética, tienen un lugar vital en nuestras vidas.
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Madre Teresa, cuyo nombre real fue Anjezë Gonxhe Bojaxhiu, dedicó su vida al servicio de los más necesitados y fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en 1950 en India. Su trabajo la hizo merecedora del Premio Nobel de la Paz en 1979, y fue canonizada en 2016. El 5 de septiembre, día de su fallecimiento, se convirtió en un símbolo para celebrar la hermandad como un valor universal.
En todo el mundo, esta jornada invita a reflexionar sobre los vínculos que mantenemos con quienes consideramos hermanos del alma. La hermandad, en este contexto, va más allá de la biología; es una relación construida en la confianza, el apoyo mutuo y el afecto sincero. En Argentina, existe una conmemoración similar el 4 de marzo, aunque sin el significado espiritual que acompaña al 5 de septiembre.
Aprovechando la ocasión, muchas personas envían mensajes a sus seres queridos, reconociendo la importancia de esos hermanos que siempre están ahí en los momentos clave de la vida. Frases de gratitud, complicidad y amor son compartidas por WhatsApp y redes sociales, en un gesto de reafirmación de estos lazos.
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Este Día Mundial del Hermano es una oportunidad para recordar que, aunque no compartamos apellido o sangre, la hermandad se construye en los actos cotidianos de amor y compañerismo. Siguiendo el ejemplo de Madre Teresa, es un llamado a la solidaridad y al apoyo incondicional entre quienes nos rodean.
Fuente: Infobae.
Foto: La Gaceta.