Las sequías alteran el sabor, el olor y hasta el color de quesos icónicos como el camembert o el roquefort, según un estudio científico reciente.
Francia produce más de mil variedades de quesos, 46 de ellas con Denominación de Origen Controlada, pero la crisis climática podría modificar para siempre su sabor y su calidad. Investigadores del INRAE y de VetAgro Sup analizaron el impacto de la sequía en el queso cantal, producido desde hace 2.000 años en el Macizo Central, y hallaron cambios notables.
Las altas temperaturas y la falta de lluvias afectan la flora natural de las montañas, lo que incide directamente en la alimentación de las vacas. Esto, a su vez, modifica las moléculas presentes en la leche, responsables del sabor, el olor y el color de los quesos, explicaron los científicos.
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En regiones como el sur de Francia, donde llueve menos, el impacto es mayor. Algunas zonas del Macizo Central sufrieron hasta un 40% menos de precipitaciones, como ocurrió en 2022, lo que redujo los pastos a la mitad y obligó a algunos productores a complementar con maíz y heno.
El investigador Matthieu Bouchon advirtió que una dieta con más maíz empobrece el queso, tanto en sabor como en color y propiedades nutricionales. Incluso disminuyen componentes beneficiosos como los omega 3 y compuestos aromáticos naturales.
Aunque la adaptación ya comenzó, el futuro preocupa. «No podemos descartar que estas prácticas se generalicen en diez o veinte años», advirtió Bouchon. El estudio completo fue publicado en el Journal of Dairy Science y se espera una segunda parte con foco en los efectos sobre la microbiota humana.
Fuente: RFI.
Foto ilustrativa: Pexels.