Francisco aterrizó hoy en Bagdad para la primera visita de un Papa a Irak, en la que buscará reforzar los lazos con el islam y pedir por la paz en Medio Oriente.
“Es un viaje emblemático a una tierra martirizada. Un deber moral”, planteó el Papa a bordo del avión en el que aterrizó a las 13.45 en el aeropuerto internacional de la capital Bagdad, tras un vuelo de cuatro horas desde Roma en el que viajó acompañado por un enviado de Télam, entre otros medios.
En su primera actividad oficial en suelo iraquí, el Papa se reunió durante 20 minutos con el primer ministro Mustafa Al Khadimi en el salón VIP del aeropuerto, antes de dirigirse al Palacio Presidencial para encontrar al presidente Barham Salih.
Frente al mandatario, el Papa pronunciará el primero de los siete discursos que dará en Irak, antes de dirigirse al clero local durante un encuentro en la catedral católica siríaca de Nuestra Señora de la Salvación.
La visita del Papa se da en medio de la fuerte suba de casos de coronavirus en el país asiático, con toque de queda vigente durante viernes, sábado y domingo y la prohibición del desplazamiento entre las regiones del país.
Tanto el Papa como toda la delegación, incluidos los 74 periodistas que lo acompañan, fueron vacunados en el Vaticano antes del viaje.
Antes de partir hacia Bagdad, Francisco se reunió hoy en el Vaticano con un grupo de 12 refugiados iraquíes llegados a Italia en los últimos años.
El viaje que el Papa inició este viernes es el primero en 15 meses, luego de un 2020 sin visitas fuera de Italia a causa de la pandemia. “Estoy contento de reiniciar los viajes”, dijo a los periodistas a bordo del avión.