El Partido Liberal obtuvo la mayoría de escaños, pero quedó a tres de formar gobierno por sí solo. El primer ministro Mark Carney enfrenta una dura oposición y tensiones con Estados Unidos por las amenazas de Trump.
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El Partido Liberal, liderado por el primer ministro Mark Carney, celebró una ajustada victoria en las elecciones federales de Canadá este martes, aunque no logró alcanzar la mayoría absoluta en el Parlamento. De acuerdo con Elecciones Canadá, el recuento casi final de los votos deja al oficialismo a solo tres escaños del umbral necesario para gobernar sin alianzas, abriendo la puerta a posibles acuerdos con fuerzas menores.
El escenario postelectoral obliga a los liberales a buscar apoyo parlamentario, ya sea con el bloque progresista que acompañó al ex primer ministro Justin Trudeau o incluso con el separatista Bloc Québécois, cuya disposición a colaborar dependerá de garantizar estabilidad. El líder del Bloc, Yves-François Blanchet, anticipó que podría respaldar al gobierno durante un año si se mantiene en minoría.
El proceso electoral estuvo marcado por una fuerte injerencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien lanzó una ofensiva comercial contra Canadá y llegó a amenazar con anexar al país como el estado 51. Estas declaraciones, además de generar repudio popular, contribuyeron a la estrepitosa caída del conservador Pierre Poilievre, quien no solo perdió la contienda sino también su banca parlamentaria tras 20 años. Su imagen, muy asociada a la retórica de Trump, habría jugado en contra en una campaña centrada en la soberanía nacional.
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Durante su discurso de victoria, Carney advirtió que la histórica alianza entre Canadá y EE.UU. “ha terminado” y afirmó que el país debe prepararse para defender su soberanía. “Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua, nuestro país”, declaró el mandatario con dureza.
A nivel interno, el nuevo gobierno enfrenta el desafío de frenar la inflación, reducir los impuestos a la clase media y dar respuesta a la crisis del costo de vida. Además, Carney se comprometió a redirigir lo recaudado por los aranceles de represalia contra productos estadounidenses hacia los trabajadores canadienses afectados por las tensiones comerciales.
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La derrota conservadora reabre interrogantes sobre el futuro liderazgo de la oposición. Poilievre podría continuar como jefe partidario desde fuera del Parlamento, aunque analistas señalan que su caída complica esa posibilidad. En paralelo, la renuncia del líder del Nuevo Partido Democrático, Jagmeet Singh, deja a ese espacio en un momento de reconfiguración.
Con un Parlamento fragmentado y la sombra de Trump proyectándose desde el sur, el flamante primer ministro deberá navegar un complejo escenario político para sostener su programa de gobierno y preservar la autonomía de Canadá en el escenario internacional.
Fuente: Infobae
Foto: Archivo