En diálogo con la prensa, una enfermera del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia, Gabriela, contó lo traumático del allanamiento que se le realizó el martes pasado, junto con otros 14 procedimientos, a partir del robo de vacunas contra el Covid-19.
Entre lágrimas, la mujer denunció destrozos en su vivienda, violencia contra su hijo de 7 años y el secuestro de sus pertenecías, entre otras cuestiones.
En este contexto, la mujer cuestionó que no se trabaje en las persona que estaban de turno al momento de la sustracción, “¿por qué no dicen la fecha para ver quién estaba?”, preguntó.
La trabajadora remarcó que los daños “los tengo que pagar todos”, lo cual genera un importante daño a su economía: “Ayer fui a comprar al supermercado con 15 mil pesos y traje 3 bolsas. Me parte el corazón el corazón porque yo estudie y me formé para esto”.
“Nos sacaron todo. A mi hijo de 7 años los sacaron de la cama y lo tiraron al piso. Le llevaron la Tablet que le regalaron en Navidad”, repasó la trabajadora: “¿Cómo le digo a él que tiene que confiar ahora en la Policía?”.
“¿Cómo haces para construir la familia de nuevo y crean en mí? ¿Qué voy a hacer yo con 30 vacunas de la segunda dosis si falta la primera? o ¿faltan 30 dosis de la primera dosis también?”, cuestionó.