Un estudio reciente revela que solo 10 minutos diarios en la naturaleza pueden mejorar significativamente la salud mental, especialmente en personas con trastornos del estado de ánimo.
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Cuidar de nuestro cuerpo implica mucho más que mantener una dieta balanceada y realizar ejercicio regularmente. La salud mental es un componente crucial que no debe ser pasado por alto. Mientras que actividades como juegos de mesa y deportes de bajo impacto son beneficiosos para mantener un cerebro activo, pasar tiempo al aire libre en contacto con la naturaleza es esencial para la salud mental, según un estudio reciente.
Investigadores de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, han descubierto que pasar solo 10 minutos al día en la naturaleza puede tener un impacto notable en la salud mental, especialmente para personas que padecen trastornos del estado de ánimo como la depresión o el trastorno bipolar. Publicado en la revista Ecopsychology, el estudio destaca que aunque actividades como caminar o acampar son altamente beneficiosas, no deben reemplazar otros tratamientos tradicionales.
La exposición a entornos naturales disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, ayudando a reducir la ansiedad y promoviendo una sensación de calma. La naturaleza actúa como un antídoto natural contra el estrés diario.
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Pasar tiempo al aire libre puede elevar el estado de ánimo al aumentar los niveles de serotonina, el neurotransmisor asociado con la sensación de felicidad. Además, la luz solar contribuye a la producción de vitamina D, esencial para la regulación del estado emocional.
La exposición a la luz natural y el ejercicio al aire libre pueden aumentar los niveles de energía y reducir la fatiga. La combinación de actividad física y aire fresco mejora el bienestar general y la sensación de vitalidad.
Actividades al aire libre, como caminar o practicar deportes en grupo, facilitan la interacción social, crucial para el bienestar emocional. La conexión con otros y la participación en actividades comunitarias al aire libre fortalecen las relaciones interpersonales.
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Estar en contacto con la naturaleza puede mejorar la función cognitiva, como la memoria y la atención. También se ha demostrado que estimula la creatividad, ayudando a resolver problemas y generar nuevas ideas.
En conclusión, pasar tiempo al aire libre ofrece múltiples beneficios para la salud mental, promoviendo el bienestar general de manera integral. Incorporar esta práctica en nuestra rutina diaria puede ser una herramienta poderosa para mejorar nuestra calidad de vida.
Fuente: Ámbito Financiero
Foto: Ecoportal.net
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