Una familia quechua denunció haber sido detenida ilegalmente, torturada y discriminada por policías de Tierra del Fuego mientras participaba de un ritual ancestral por el Día de los Muertos, en un cementerio de Ushuaia.
Al respecto, Mariana Quisver, una de las supuestas víctimas, indicó que el hecho ocurrió el pasado 2 de noviembre, cuando el pueblo celebraba la «ayamarkayquilla» o «fiesta de los muertos», una tradición cultural y ancestral por medio de la que se reciben y se despiden con alegría las almas de los fallecidos.
Según Quisver, ya dentro del cementerio se presentaron «unos diez policías» a manifestar que habían recibido una denuncia por «ruidos molestos» y «consumo de bebidas alcohólicas», ya que en el ritual se consume «chicha», una bebida casera de «leve a mediana graduación alcohólica».
«Sin escuchar ningún fundamento ni atender a que no estábamos ocasionando ningún disturbio, me empujaron y caí al piso. Me retuvieron colocándome una rodilla sobre la espalda dejándome casi sin respiración, y cuando grité me pusieron otra rodilla en la cabeza y me esposaron. Me agarraron del pelo y me empujaron dentro del patrullero», relató la referente quechua sobre la acción policial al finalizar la ceremonia.
Además, la mujer lamentó que dentro del vehículo le apretaron las manos hasta cortar la circulación y otro efectivo se sentó sobre su cabeza. «En el hospital constataron las marcas en las dos rodillas, los moretones en las piernas y el brazo izquierdo hinchado. Me inyectaron algo para el dolor pero nunca me hicieron test de alcoholemia», detalló.
Luego, Quisver contó que fue trasladada a una comisaría y que nunca le brindaron información sobre el motivo de detención suya y de sus parientes, con quienes se reunió horas después en la misma celda donde pasó varias horas hasta su liberación.
«Nos trataron de “sucios”, “indios” y “bolitas”. Se rieron de nuestro apellido quechua y de lo que estábamos haciendo en el cementerio, y nos dijeron que nos volviéramos a nuestro país», indicó Quisver que es argentina, aunque sus familiares son de origen boliviano.
La familia se enteró recién al otro día que el motivo de la detención había sido «estar alcoholizado en la vía pública».
Por otro lado, la abogada de Quisver, Solange Verón, explicó que para el procedimiento se aplicaron edictos policiales que fueron declarados inconstitucionales por un fallo reciente del Superior Tribunal de Justicia de la provincia, y que en el caso existió un «especial ensañamiento por razones de raza y cultura» y también «móviles discriminatorios».
Por ello, la letrada requirió la intervención del Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) y que se informe lo sucedido al Comité Nacional para la Prevención de la Tortura creado por la Ley 26.827.
Fuente: Télam.