En su discurso en la reunión Plenaria de Apertura de la IX Cumbre de las Américas, el presidente Alberto Fernández afirmó hoy que «el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad imponer el derecho de admisión», en referencia a Cuba, Venezuela y Nicaragua, que fueron excluidos del encuentro por Estados Unidos.

«Definitivamente hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas. El silencio de los ausentes nos interpela. Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer un ‘derecho de admisión’ sobre los países miembros del continente», expresó el mandatario.
«Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas impuesto en los años de la ‘Guerra Fría’ y Venezuela tolera otro mientras que una pandemia que asola a la humanidad arrastra consigo millones de vidas», expresó.
OEA
Durante su encendido mensaje que se extendió durante doce minutos, el jefe de Estado pidió «reestructurar» la Organización de Estados Americanos (OEA) «removiendo de inmediato a quienes la conducen», en referencia al secretario general de ese organismo, Luis Almagro, si es que ese cuerpo, dijo, «quiere ser respetado y volver a ser la plataforma política regional para la cual fue creada».
Fernández también postuló que la Banca de Desarrollo Regional «sin más demoras tiene que volver en su gobernanza a América Latina y el Caribe».
Al dirigirse a su par estadounidense, Joe Biden, el mandatario argentino señaló que los «años previos» a la llegada de la administración del demócrata «estuvieron signados por una política inmensamente dañina para nuestra región», en alusión a la gestión del republicano Donald Trump.
«Es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen», dijo y consideró que «se ha utilizado a la OEA como un gendarme que facilitó un golpe de Estado en Bolivia» en 2019 contra el entonces presidente Evo Morales.
«Se han apropiado de la conducción del Banco Interamericano de Desarrollo que históricamente estuvo en manos latinoamericanas», continuó, en referencia a la presidencia de ese organismo a cargo del estadounidense Mauricio Claver-Carone.
«Fueron desbaratadas las acciones de acercamiento a Cuba, en las que el Papa Francisco medió, y que habían significado avances logrados por la administración de Barack Obama», añadió.
Fernández remarcó la necesidad de «analizar el presente y proyectar el mañana en pos de una reconstrucción creativa del multilateralismo» porque, subrayó, «no se puede imponer un pensamiento único en un mundo que exige la armonía sinfónica frente a los dramas comunes».
En esa línea, abogó por «reconstruir las instituciones que fueron pensadas precisamente para integrarnos», como la OEA, sobre la que señaló que «si quiere ser respetada y volver a ser la plataforma política regional para la cual fue creada, debe ser reestructurada removiendo de inmediato a quienes la conducen».