El hallazgo confirma un fuerte enfriamiento climático hace más de 30 mil años.
Investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA) hallaron restos fósiles de un ave boreal extinta en el noreste de España. Se trata del Pinicola enucleator, conocido como “camachuelo picogrueso”, una especie típica del norte de Europa.
Los fósiles fueron encontrados en la Cova del Cudó, en las montañas de Prades, y datan de entre 31.000 y 10.000 años atrás. Este descubrimiento aporta evidencia directa de que el clima en esa zona era mucho más frío y seco, con condiciones similares a la tundra.
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El estudio, publicado en la revista Geobios, relaciona el hallazgo con el Evento Heinrich 3, una de las fases más frías del Pleistoceno. En ese tiempo, el sur de Europa habría sufrido un enfriamiento repentino que transformó sus ecosistemas.
El equipo analizó más de 450 restos de aves y detectó la presencia de depredadores como búhos, halcones y mamíferos carnívoros. También observaron que algunas cuevas funcionaban como refugios, zonas de caza o áreas de nidificación.
En la Cova del Cudó predominan los restos de pequeños pájaros con marcas de digestión, lo que indica que las rapaces usaban la cueva como dormidero. En tanto, la Cova dels Galls Carboners reveló señales de depredación de zorros y linces sobre crías de paloma.
Para los investigadores, estos restos ofrecen un “archivo natural excepcional” que permite reconstruir cómo eran los ecosistemas durante uno de los momentos más fríos de la historia reciente del planeta.
Fuente y foto: DW.