A mediados de la década de 1950, la bossa-nova irrumpió en la escena musical brasileña y mundial. Uno de sus mayores éxitos, Garota de Ipanema, se convertiría en la segunda canción más grabada de la historia, solo por detrás de Yesterday de The Beatles.
El nacimiento de una canción
En 1962, António Carlos Jobim y Vinicius de Moraes, dos de los principales exponentes de la bossa-nova, componían esta icónica canción en el bar Veloso de Río de Janeiro, inspirados por la joven Helô Pinheiro, de 17 años, que pasaba frecuentemente por la calle Montenegro.
La musa inspiradora
La chica, de pelo oscuro y ojos verdes, caminaba hacia la playa, capturando la atención de Jobim y Vinicius, quienes describieron su belleza y elegancia en los versos de la canción, reflejando la esencia romántica y suave del género.
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El primer éxito de la bossa-nova
Garota de Ipanema fue grabada por primera vez el 1 de agosto de 1962, y un año más tarde, se internacionalizó gracias a una versión con Stan Getz, João Gilberto y la voz de Astrud Gilberto, logrando una fama mundial.
La inspiración detrás de la letra
Aunque la canción nunca se materializó en un romance real, Vinicius de Moraes describió a Helô como «una chica dorada, una mezcla de flores y sirenas», simbolizando un amor platónico lleno de nostalgia y melancolía.
El legado de la «Garota»
Helô Pinheiro, inmortalizada como la musa de la bossa-nova, se convirtió en modelo y actriz, consolidando su figura en la cultura brasileña y en la historia de la música, al igual que la inolvidable melodía que sigue resonando en el mundo.

Fuente: Ámbito.