La situación en Gaza empeora mientras se suspenden los acuerdos de alto el fuego, con la escasez de alimentos, agua y servicios médicos. El pueblo palestino enfrenta condiciones extremas sin respuestas claras.
El conflicto en Gaza sigue marcando una grave crisis humanitaria sin perspectivas de solución a corto plazo. A pesar de las negociaciones entre Israel y Hamás, la situación en la Franja de Gaza se ha deteriorado aún más, dejando a millones de palestinos luchando por sobrevivir. Las palabras de Walaa Mahmoud, residente de Gaza, reflejan la desolación: «No sé qué decir, simplemente no hay vida». La falta de electricidad, el alto costo de los alimentos y la escasez de recursos médicos son solo algunos de los desafíos diarios que enfrentan los habitantes de la región.
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La escasez de agua potable es uno de los problemas más graves. La planta desalinizadora de Deir al Balah, que abastece a miles de personas en el centro de Gaza, se encuentra al borde del colapso. El suministro de electricidad fue cortado por Israel a principios de marzo, lo que afecta directamente la operación de esta planta. En este contexto, la ONG Gisha advierte que la falta de combustible para los generadores reducirá la producción de agua potable, afectando a unas 600.000 personas.
Además, la interrupción de la ayuda humanitaria y el cierre de los cruces fronterizos han empeorado aún más las condiciones de vida en Gaza. Los precios han aumentado, el transporte es escaso y el sistema de salud colapsado. «No hay justicia, ni siquiera en la distribución de la ayuda», afirma Walid Abu Daqqa, quien ha perdido su hogar en la guerra y ahora sobrevive en condiciones extremas. La situación se agrava con la continua amenaza de nuevos enfrentamientos.
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A nivel internacional, las críticas por la suspensión de la ayuda son contundentes. El coordinador de ayuda humanitaria de la ONU, Muhannad Hadi, destacó que la asistencia es vital para la supervivencia de los palestinos, pero el gobierno israelí defiende su decisión, alegando que Hamás ha robado suministros de ayuda. La comunidad internacional exige el cumplimiento del derecho internacional humanitario, que garantiza el acceso sin restricciones a la ayuda en situaciones de guerra.
Con una población desbordada por la pobreza, la inseguridad y la falta de recursos básicos, Gaza vive un presente incierto. Los trabajadores humanitarios, como Amjad Shawa, enfrentan diariamente una batalla para satisfacer las necesidades más esenciales, mientras la amenaza de un nuevo estallido bélico sigue siendo una constante. El futuro de Gaza parece estar atrapado en un ciclo de desesperanza y sufrimiento sin una salida clara.
Fuente: DW.
Foto: Mahmoud İssa/Anadolu/picture alliance.