Un 3 de junio como hoy, pero de 1922, se firmaba el decreto que daba nacimiento a la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), bajo el gobierno del presidente Hipólito Yrigoyen.
La medida fue un paso clave en la historia energética del país y sentó las bases de un modelo que concebía al petróleo como un recurso estratégico nacional.
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YPF fue inicialmente una dependencia del Ministerio de Agricultura y tuvo como antecedente a la Dirección General de Explotación del Petróleo de Comodoro Rivadavia, creada en 1910 para controlar la actividad de las incipientes compañías extranjeras del rubro. La creación de YPF marcó el inicio de una política más activa por parte del Estado argentino en el control de sus recursos naturales.
Con la llegada del general Enrique Mosconi como director de la empresa, YPF se consolidó como un símbolo del “nacionalismo petrolero”. Bajo su liderazgo, se promovió el desarrollo autónomo del sector energético con el objetivo de garantizar la soberanía económica y frenar el dominio de los intereses privados internacionales.
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Durante la década del ’90, en el marco de las políticas neoliberales del gobierno de Carlos Menem, YPF fue privatizada, lo que significó un giro en la concepción del rol estatal en el sector energético. Sin embargo, en 2012, bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, el Estado recuperó el 51% del capital accionario de la empresa, declarando su utilidad pública y revirtiendo parcialmente el proceso de privatización.
Fuente: Argentina.gob.ar
Foto: Urgente 24.