A pesar de la presencia de una fuerza multinacional, Haití sigue sumido en el caos. La ONU urge acciones inmediatas para frenar la crisis humanitaria y de seguridad.
El sonido de disparos resuena en las calles de Puerto Príncipe. Eddy Jean, barbero en la capital haitiana, ya no reacciona. La violencia es parte de su rutina diaria. Más de 100 bandas armadas dominan el 85 % de la ciudad, forzando el desplazamiento de miles de personas y sumiendo al país en un colapso social sin precedentes.
MIRÁ TAMBIÉN | Petro somete a consulta popular propuesta de reformas
En junio de 2024, una fuerza multinacional liderada por Kenia llegó a Haití con la misión de restaurar el orden. Sin embargo, la falta de recursos y agentes entrenados ha impedido avances significativos. «Los kenianos patrullan, pero la situación no mejora», lamenta Jean. El escepticismo crece entre la población, que ve cómo la violencia sigue escalando sin respuestas efectivas.
El financiamiento insuficiente ha obstaculizado el despliegue total de la Fuerza Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS). Hasta la fecha, solo ha recibido dos tercios de los fondos prometidos, lo que ha retrasado la llegada de tropas y la adquisición de equipamiento básico. Mientras tanto, las pandillas siguen ampliando su poder con armas traficadas desde EE.UU., superando en número y capacidad a las fuerzas de seguridad.
MIRÁ TMABIÉN | Independentistas moderados ganan elecciones en Groenlandia
La posibilidad de elecciones en 2025 se torna cada vez más lejana. Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, Haití no ha logrado estabilidad política. Las pandillas han utilizado la violencia para influir en los comicios anteriores y ahora, con su creciente dominio territorial, se teme que repitan la estrategia para favorecer a ciertos candidatos.
La corrupción política es una pieza clave en este rompecabezas. Según testimonios de exmiembros de bandas, gobiernos anteriores han financiado grupos armados a cambio de apoyo electoral. Mientras la comunidad internacional debate qué hacer, la ONU advierte que Haití no está en condiciones de albergar una misión de paz. En tanto, la población sigue atrapada entre la violencia y la incertidumbre.
Fuente: DW.
Foto: Clarens Siffroy/AFP.