Un trono y murales vinculados a una figura femenina de alto rango ofrecen nuevas perspectivas sobre la sociedad mochica en el valle de Nepeña, Áncash.
MIRÁ TAMBIÉN | El pueblo judío se prepara para celebrar el año 5875
Un nuevo hallazgo en el sitio arqueológico de Pañamarca, ubicado en el valle de Nepeña, provincia de Santa, Áncash, está desafiando las percepciones sobre el papel de la mujer en la sociedad mochica. Arqueólogos del Proyecto de Investigación Arqueológica Paisajes de Pañamarca desenterraron en julio de este año un trono de adobe acompañado de murales que representan a una figura femenina, posiblemente una sacerdotisa de alto rango. Este descubrimiento tuvo lugar en la “Sala del imaginario Moche”, un área del sitio que ha sido objeto de exploración desde 2022.
La arqueóloga Jessica Ortiz Zevallos, directora del proyecto, afirmó que la figura femenina en los murales es central, rodeada de hombres que portan ofrendas, lo que subraya su importancia en la estructura social y religiosa de la cultura mochica. Las representaciones halladas incluyen escenas de batallas y figuras míticas, destacando a la mujer vinculada a símbolos como la luna creciente, el mar, y actividades como el hilado y el tejido. Aún se debate si este personaje representa a una sacerdotisa o a una deidad femenina.
MIRÁ TAMBIÉN | Maretea dio a conocer cuánto recaudo por los incendios en Córdoba
Las pruebas físicas del trono, que incluyen cuentas de piedra y cabellos humanos, indican que fue utilizado por una persona real, lo que refuerza la idea de una figura femenina poderosa en Pañamarca. “Las pruebas apuntan a una mujer líder de Pañamarca en el siglo VII”, aseguró Ortiz Zevallos. Además del trono y los murales, se ha descubierto una nueva estructura monumental conocida como la “Sala de las serpientes trenzadas”, decorada con imágenes de seres con cuerpos de serpiente y piernas humanas, un motivo inédito en el arte mochica.
Este espacio, según el arqueólogo José Antonio Ochatoma Cabrera, servía como plataforma de observación sobre la plaza, permitiendo a sus ocupantes presenciar eventos ceremoniales. La “Sala de las serpientes trenzadas” fue objeto de renovación, con ofrendas textiles y quemas rituales, lo que evidencia su importancia en la cultura mochica.
El equipo de investigación enfrenta el reto de conservar los murales, dada su fragilidad. Las autoridades han limitado el acceso turístico para evitar su deterioro. El arqueólogo del proyecto afirmó que si los murales quedaran expuestos sin protección, su deterioro sería inevitable. Para preservar estos hallazgos, se están desarrollando representaciones digitales tridimensionales que serán accesibles al público en plataformas en línea.
MIRÁ TAMBIÉN | Transportaban vehículos robados en el semirremolque de un camión
Pañamarca es uno de los principales centros monumentales de la cultura mochica, que prosperó en la costa norte del Perú entre los años 350 y 850 d.C. Reconocido por sus murales, el descubrimiento de un trono vinculado a una figura femenina es sin precedentes. Ortiz Zevallos destacó que este hallazgo reafirma la importancia del sitio en el estudio de la cultura mochica, conocida por su arquitectura monumental y complejos rituales.
El Proyecto de Investigación Arqueológica Paisajes de Pañamarca es resultado de la colaboración entre arqueólogos y conservadores peruanos y estadounidenses, respaldado por instituciones como la National Geographic Society y la Universidad de Columbia. El equipo, liderado por Lisa Trever y Michele Koons, está creando un archivo detallado de los hallazgos que será accesible para la comunidad académica y el público general.
Las excavaciones en Pañamarca continúan bajo la supervisión del Ministerio de Cultura, garantizando la preservación de este importante patrimonio arqueológico para las generaciones futuras.
Fuente: Infobae
Foto: Perú 21