Este viernes 29 de noviembre, Italia se enfrenta a una huelga general convocada por los sindicatos CGIL y UIL en rechazo a los Presupuestos Generales del Gobierno liderado por Giorgia Meloni. La medida afecta el tráfico aéreo, el transporte público, escuelas y hospitales, con miles de personas manifestándose en diversas ciudades del país.
La huelga, de ocho horas en la mayoría de los sectores y de cuatro en el transporte público, excluye el sector ferroviario. Según los sindicatos, «más de 500.000 personas han salido a las calles para defender derechos y libertades». En Bolonia, el secretario general de la CGIL, Maurizio Landini, destacó la masiva participación en las movilizaciones.
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Los manifestantes critican los recortes en sanidad, educación y servicios públicos, además de exigir un aumento del poder adquisitivo y mejores pensiones. A pesar de la difícil situación financiera, el gobierno presentó un presupuesto que incluye 24.000 millones de euros en recortes fiscales y beneficios para ingresos medios y bajos.
En Roma, la líder del opositor Partido Demócrata, Elly Schlein, calificó los presupuestos como un retroceso: «Recortan salud pública, incumplen promesas sobre pensiones y no invierten en el futuro».
En ciudades como Florencia y Nápoles, las manifestaciones fueron multitudinarias, con cifras de participación que alcanzaron el 70% en el sector transporte público. Sin embargo, en Turín se registraron enfrentamientos entre manifestantes y la policía, que usó porras para dispersar a grupos que intentaron romper el cordón de seguridad.
Fuente: DW.
Imagen: Cesare Abbate/ZUMAPRESS.com/picture alliance.