La Municipalidad de Rawson refuerza los controles en el Abasto Municipal para evitar la contaminación de productos y proteger la salud de los vecinos ante el riesgo de enfermedades alimentarias.
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La Municipalidad de Rawson ha intensificado sus controles bromatológicos para garantizar la seguridad alimentaria en la ciudad, en respuesta al creciente riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. A través de auditorías más estrictas en el Abasto Municipal, se busca asegurar que las materias primas y productos terminados cumplan con los estándares de almacenamiento y transporte adecuados, evitando así la proliferación de microorganismos que puedan afectar la calidad y seguridad de los alimentos.
La Ordenanza Municipal N° 8980 establece que todos los alimentos de origen animal, tanto perecederos como no perecederos, destinados al consumo humano deben someterse a controles bromatológicos. Además, se exige que cada transporte de sustancias alimenticias que ingrese al ejido de Rawson pase por la inspección en el puesto de abasto, situado en la Ruta N° 25. Los vehículos que no cuenten con la documentación y verificación necesarias estarán sujetos a decomiso.
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Johana Araujo, responsable del área de Bromatología Municipal, subrayó la importancia de estos controles, especialmente en vísperas del verano, cuando suelen aumentar los casos de enfermedades transmitidas por alimentos. “Las auditorías son más rigurosas para evitar la venta de productos de dudosa procedencia y las malas prácticas en la manipulación de alimentos, que incrementan los riesgos sanitarios”, expresó Araujo.
La funcionaria destacó que estos controles son esenciales para proteger la salud de la comunidad, asegurando que los alimentos que llegan a las mesas de los ciudadanos sean seguros y de calidad.