La activista italiana Ilaria Salis se encuentra en el centro de una controversia legal en Budapest, donde está detenida por presunta agresión contra neonazis durante manifestaciones en febrero de 2023.
Su detención ha generado protestas y acusaciones de maltrato por parte de las autoridades italianas, quienes aseguran que Salis ha sido llevada esposada y con grilletes a la corte, lo que ha desencadenado una disputa diplomática entre Italia y Hungría.
Zoltán Kovács, secretario de Estado de Comunicación Internacional de Hungría, ha rechazado las acusaciones de maltrato, afirmando que Salis llegó a Hungría con otras personas de extrema izquierda con la intención de provocar disturbios en las calles de Budapest. Kovács subrayó que la justicia húngara es independiente y que cualquier influencia externa, incluida la del gobierno italiano, no afectará el curso del juicio de Salis.
MIRÁ TAMBIÉN: EE.UU niega responsabilidad en ataque al consulado iraní en Siria
Mientras tanto, Antonio Tajani, ministro de Asuntos Exteriores italiano, ha expresado su preocupación por el trato recibido por Salis en Hungría, calificando las medidas de seguridad como excesivas y desproporcionadas.
A pesar de reconocer la gravedad de las acusaciones contra Salis, Tajani instó a evitar politizar el caso y garantizar un proceso justo para la activista italiana.
La situación de Salis ha generado un debate sobre el respeto a los derechos humanos y el Estado de Derecho en Hungría, con críticas tanto a las autoridades húngaras por presunto maltrato como a Italia por su intervención en un asunto judicial en curso.
Matteo Renzi, líder de Italia Viva, ha instado a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, a intervenir en el caso y garantizar un trato digno y un proceso justo para Salis.
FUENTE: DW.