Siete nuevos muertos elevaron hoy a 41 la cifra de víctimas fatales por coronavirus en Italia, donde la cifra de contagiados superó los 1.600 y las autoridades esperan «días decisivos» para comprobar si funcionan las medidas para frenar la epidemia.
«Son días decisivos, veremos si las medidas adoptadas funcionan o no», planteó el presidente del Instituto Superior de Sanidad de Italia, Silvio Brusaferro, en declaraciones que reproduce hoy el diario Repubblica.
«Los italianos deben ayudarnos, cada uno con sus comportamientos cotidianos puede hacer algo», agregó Brusaferro.
El responsable sanitario de la región más golpeada del país, Lombardía, Giulio Gallera, pidió hoy a los mayores de 65 años que «salgan lo menos posible de sus casas por las próximas dos o tres semanas», ya que representan un grupo de riesgo del que son la mayoría de los casos de contagiados que terminan en terapia intensiva.
Las declaraciones de Gallera se dieron luego de que la región confirmara este lunes siete nuevas víctimas, con lo que asciende a 41 el total en todo el país, informó la cadena Rai.
En ese marco, el gobierno italiano decidió a través de un decreto mantener las medidas de aislamiento para 10 localidades de la denominada «zona roja» del país, en el entorno de la norteña Lodi, mientras que determinó una «zona amarilla» en la franja central, con prohibición de eventos deportivos con público y la obligación de que bares y restaurantes solo atiendan a clientes sentados y con un metro de distancia entre ellos.
Como parte de las nuevas medidas, la región Lombardía decidió de todos modos que este lunes reabra el popular Duomo de Milán, que había permanecido cerrado casi una semana por la alarma del virus.
A última hora del domingo, la protección civil que conduce Angelo Borrelli había informado 34 víctimas fatales y más de 1.600 casos positivos en todo el país, siempre con un gran porcentaje en las regiones norteñas de Lombardía, Veneto y Emilia-Romaña.