Dueña y presidenta de Los Angeles Lakers, Jeanie Buss ha marcado una era en la NBA, tomando decisiones clave que han transformado a la franquicia y consolidándola como una de las más valiosas del mundo.
Los Angeles Lakers no solo son una de las franquicias más icónicas de la NBA, sino también un ejemplo de liderazgo en el deporte profesional. En el centro de esa evolución se encuentra Jeanie Buss, quien asumió el control del equipo tras la muerte de su padre y ha sabido imprimirle su sello, llevándolo de regreso a la cima del baloncesto.
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Desde su llegada al mando, Jeanie no ha dudado en tomar decisiones arriesgadas en lo deportivo y lo financiero. Uno de sus movimientos más recientes fue la negociación para reunir a Luka Doncic con LeBron James, una estrategia que demuestra su compromiso con el éxito del equipo. Esta postura activa y determinada ha convertido a Buss en una de las figuras más influyentes de la NBA.
Su trayectoria en el mundo del deporte comenzó a los 19 años, cuando fue gerente general del equipo de tenis LA Strings, mientras estudiaba en la Universidad del Sur de California. Su incursión en la NBA se dio de manera gradual, primero como presidenta del Forum y luego como representante de los Lakers en la Junta de Gobierno de la liga.
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El gran punto de quiebre llegó en 2017, cuando tomó el control total de la franquicia tras una disputa con su hermano Jim Buss. Desde entonces, ha liderado una serie de cambios estructurales, incluyendo la contratación de figuras clave como LeBron James y Anthony Davis, que llevaron a los Lakers a ganar el campeonato en 2020. Con su visión, Buss ha demostrado que la clave del éxito no tiene género, sino liderazgo y estrategia.
Fuente: ESPN.