El 25 de febrero de 1778 nació José Francisco de San Martín, el hombre cuya lucha por la libertad y la justicia cambió el rumbo de América Latina.
José de San Martín, nacido en Yapeyú, Corrientes, se convirtió en una de las figuras más emblemáticas de la independencia sudamericana. Desde su infancia, marcada por la disciplina militar, hasta su fallecimiento en 1850, su vida fue un testimonio de sacrificio y dedicación por la causa de la libertad. Su legado perdura como símbolo de unidad y lucha por la independencia de los pueblos latinoamericanos.
A los cinco años, su familia se trasladó a España, donde José comenzó su formación castrense. Se unió al Regimiento de Murcia en 1789, destacándose en el ejército español, especialmente en la victoria de Bailén contra las tropas napoleónicas. Este triunfo le permitió ascender a teniente coronel y recibir la medalla de oro. Sin embargo, en 1811, San Martín decidió retirarse del ejército español y, en lugar de regresar a su tierra natal, se unió al movimiento independentista.
LEE TAMBIÉN | ¿Los animales son conscientes? La ciencia abre el debate
En 1812 llegó a Buenos Aires, donde asumió un papel clave en la lucha por la emancipación. Fundó el Regimiento de Granaderos a Caballo y, poco después, obtuvo su primera victoria en suelo americano en el Combate de San Lorenzo. Su visión estratégica lo llevó a la célebre hazaña del Cruce de los Andes, un acto de valentía y determinación que culminó en la independencia de Chile tras la Batalla de Chacabuco en 1817. Luego, su campaña se extendió a Perú, donde proclamó la independencia en 1821 y asumió el gobierno como Protector del Perú.
En 1822, tras un histórico encuentro con Simón Bolívar en Guayaquil, San Martín decidió retirarse del campo de batalla en un gesto de renunciamiento para evitar divisiones. A partir de 1824, se exilió en Europa, llevando consigo a su hija Mercedes.
MIRÁ TAMBIÉN | La vitamina clave para prevenir cataratas y mejorar la visión
San Martín falleció el 17 de agosto de 1850 en Francia. En 1880, sus restos fueron repatriados y descansan en el Mausoleo de la Catedral de Buenos Aires, donde son custodiados por los Granaderos a Caballo, el regimiento que él mismo fundó.
Cada 17 de agosto, Argentina recuerda el legado de San Martín, el «Padre de la Patria», en un acto de conmemoración que celebra su lucha y sus valores. En la Casa Rosada, varios objetos preservan su historia: el busto en el Hall Presidencial, el tapiz en la Escalera Francia y su retrato en la antesala del Despacho Presidencial.
San Martín dejó una enseñanza perdurable: la libertad es un derecho y un deber, un llamado al compromiso y la construcción de una sociedad justa. Su célebre frase «Serás lo que debas ser o no serás nada» sigue inspirando a generaciones a luchar por un futuro libre y responsable.