Expertos desmienten mitos sobre la mucina y explican sus verdaderos beneficios en la piel y otros campos de la medicina.
La baba de caracol, un componente que genera revuelo en el mundo de la cosmética, ha ganado popularidad por sus supuestas propiedades curativas y antienvejecimiento. Este ingrediente, conocido también como mucina o moco de caracol, remonta sus usos a épocas antiguas y actualmente representa un mercado global valuado en 555 millones de dólares, impulsado por el auge de productos coreanos para el cuidado de la piel.
Históricamente, los antiguos griegos ya utilizaban la mucina para tratar inflamaciones tópicas. En la década de 1980, criadores chilenos notaron que al manipular caracoles, sus manos quedaban más suaves y cicatrizaban rápidamente, lo cual incentivó su uso en Sudamérica. Pero, ¿realmente funciona esta sustancia en la piel y qué dice la ciencia?
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Beneficios y componentes de la mucina de caracol
La baba de caracol contiene antioxidantes, vitaminas A y E, péptidos y colágeno, componentes que pueden ayudar a hidratar la piel y reducir los signos de envejecimiento, según el dermatólogo Joshua Zeichner del Hospital Mount Sinai de Nueva York. La dermatóloga Elizabeth Bahar Houshmand señala que la mucina crea una barrera protectora, reteniendo la humedad y defendiendo la piel contra la contaminación. Sin embargo, afirma que aún se necesitan más estudios para confirmar algunos de sus efectos.
Investigaciones preliminares indican que el extracto de baba puede reducir la inflamación y proteger la piel del estrés oxidativo, uno de los causantes de las arrugas. Además, ciertos estudios sugieren que la baba tiene propiedades antimicrobianas, lo que podría ayudar a cicatrizar heridas y prevenir infecciones.
La ciencia detrás del moco de caracol
El bioquímico Antonio Cerullo ha analizado las distintas mucinas que producen los caracoles, cada una con diferentes propiedades. Estas secreciones permiten a los caracoles moverse, adherirse a superficies y protegerse de infecciones. La mucina protectora, por ejemplo, contiene proteínas antimicrobianas que podrían ser aprovechadas en productos de uso humano.
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La calidad de los productos de baba de caracol puede variar dependiendo de cómo se recolecte la mucina, ya que factores como la alimentación y condiciones de los caracoles pueden afectar la composición del moco, según los investigadores italianos Roberta Rizzo y Claudio Trapella.
Usos más allá de la cosmética
Los científicos exploran aplicaciones del moco de caracol en medicina, como en la elaboración de adhesivos para tratar úlceras y pegamentos quirúrgicos. El químico Adam Braunschweig también investiga su uso para mejorar la administración de fármacos, ya que podría ayudar a que los medicamentos se absorban de forma más eficaz.
El dilema ético y el uso de alternativas sintéticas
Aunque la baba es recolectada en granjas donde los caracoles excretan el moco bajo estrés, los avances en biotecnología han permitido crear versiones sintéticas. Este moco bioinspirado no solo evita la explotación de los caracoles, sino que permite modificar la mucina para adaptarla a diversas necesidades.
Con estos estudios, los científicos esperan desarrollar nuevas aplicaciones y mejorar la calidad de los productos en el mercado sin recurrir a la producción animal.
Si bien la mucina de caracol tiene beneficios reales para el cuidado de la piel, sus propiedades están aún en evaluación científica. Los expertos sugieren optar por productos de calidad comprobada y, si es posible, optar por alternativas que no comprometan el bienestar de los animales.
Fuente: National Geographic.
