La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó este miércoles de “una vergüenza” la adopción de normas que limitan derechos LBGTIQ en Hungría.
“Esta ley claramente discrimina contra personas en base a su orientación sexual. Va contra todos los valores fundamentales de la Unión Europea (UE)”, dijo Von der Leyen en una conferencia prensa con el primer ministro belga, Alexander de Croo, para dar luz verde al plan belga de recuperación pospandemia, indicó la agencia Efe.
La jefa del Ejecutivo comunitario afirmó que ha encargado el envío de una carta a las autoridades húngaras para expresar las “preocupaciones legales” que les genera esta normativa antes de que entre en vigor.
En tanto, la jefa de Gobierno alemana, Angela Merkel, con declaraciones menos duras pero interpretadas como un apoyo a la también alemana Von der Leyen, dijo horas después ante el Parlamento en Berlín que la ley, promulgada esta semana, era «equivocada» e «incompatible» con sus ideas políticas, indicó la agencia Télam.
Las polémicas leyes elevaron al máximo tensiones entre la Unión Europea (UE) y varios de sus países, sobre todo Alemania, y el Gobierno húngaro del primer ministro Viktor Orban, luego de años de fuertes diferencias y amenazas de sanciones por otras leyes y medidas que la UE ve como atropellos al Estado de derecho.
Fuerte rechazo en Europa
En este contexto, ciudades, empresas y diarios alemanes desplegaron este miércoles en sus calles, cuentas de Twitter y ediciones los colores del colectivo LGBTIQ+ en rechazo a leyes húngaras discriminatorias de minorías sexuales y, al mismo tiempo, a la decisión de la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA) de no permitir iluminar con esos colores el estadio de fútbol donde jugaron Alemania y Hungría.
De esta forma, las críticas pasaron incluso del ámbito político al deportivo luego de que la UEFA se opusiera a que el estadio de Múnich se iluminara con los colores del arcoíris, con los que se identifica al colectivo LGBTIQ+, para el partido entre las selecciones de fútbol alemana y húngara por la Eurocopa.
Desde el jefe de la diplomacia alemana a la Presidencia francesa, numerosas capitales europeas criticaron duramente la decisión.
Para tratar de calmar la tempestad, la UEFA, organizadora de la competición que se desarrolla en 11 ciudades de diferentes países, reafirmó su «firme compromiso» contra la homofobia y hoy vistió en Twitter su logo con los colores del arcoíris.
— UEFA (@UEFA) June 23, 2021
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, justificó hoy el rechazo diciendo que la iniciativa de iluminar el estadio con los colores LGBT era «populista».
«Nosotros no queremos ser utilizados en acciones populistas», afirmó al periódico alemán Die Welt antes del partido Alemania-Hungría.
«Debido a la popularidad del fútbol, la gente intenta a menudo abusar de las asociaciones deportivas con sus propios fines», indicó.
La negativa de la UEFA, además de críticas, suscitó un movimiento de solidaridad en Alemania. Varios lugares emblemáticos de Múnich, la capital del estado alemán de Baviera, entre ellos un imponente aerogenerador visible desde el Allianz Arena, fueron adornados a lo largo del día con los colores de la comunidad LGTB.
Varios estadios de la liga de fútbol alemán Bundesliga también fueron iluminados con el arcoíris al empezar a caer el sol, de Fráncfort a Colonia, pasando por Wolfsburgo, Augsburgo, y el Estadio Olímpico de Berlín.
Varios periódicos alemanes, como el Süddeutsche Zeitung, se adhirieron también a la iniciativa con sus portadas coloreadas. Los pesos pesados de la economía bávara, Siemens o BMW, también lucieron en Twitter los colores arcoíris.
La empresa de ferrocarriles Deutsche Bahn hizo lo mismo con una de sus locomotoras mostrando un eslogan de promoción de la diversidad.
La decisión de la UEFA, en cambio, fue saludada por el Gobierno húngaro. «Gracias a Dios, los dirigentes del fútbol europeo dieron prueba de sentido común al no participar en lo que habría sido una provocación política hacia Hungría», dijo el canciller Peter Szijjarto.
Pero de todas formas la ola de indignación recorrió Europa. «Encuentro vergonzoso que la UEFA nos prohíba, aquí en Múnich, enviar una señal por el cosmopolitismo, la tolerancia, el respeto y la solidaridad con las personas de la comunidad LGTB», denunció el alcalde de Múnich, el socialdemócrata Dieter Reiter.
«La UEFA ha enviado un mensaje equivocado», insistió el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas.
El caso de Hungría se tornó incluso dominante en una reunión de ministros de Relaciones Europeos celebrada ayer en Luxemburgo, y 13 países del bloque firmaron una devastadora declaración conjunta que pide que la Comisión Europea intervenga en el caso.
«La UEFA se enredó un poco porque de hecho su decisión de rechazo es también una decisión política», lamentó Clément Beaune, secretario de Estado francés de Asuntos Europeos.
Antes del partido, los organizadores de las marchas del Día del Orgullo de Múnich, en colaboración con Amnistía Internacional, distribuyeron 11.000 banderas arcoíris a los espectadores.
Pero los gestos no terminaron ahí. Cuando los jugadores húngaros comenzaron a cantar su himno nacional, un manifestante entró al campo de juego con una bandera arcoíris y corrió hasta ser detenido, según AFP.