La mayor tormenta del Sistema Solar muestra signos de descomposición, lo que genera incertidumbre sobre su futuro.
La Gran Mancha Roja (GRS) ha sido un fenómeno enigmático observado en Júpiter durante siglos. Esta tormenta, la más antigua y de mayor tamaño del Sistema Solar, ha fascinado a científicos y astrónomos desde su primer avistamiento en el siglo XVII. Sin embargo, ahora surgen señales de que su perpetuidad podría estar en duda.
El primer registro de una «mancha permanente» en Júpiter fue realizado por Gian Domenico Cassini a principios del siglo XVIII. Aunque no se sabe si era la Gran Mancha Roja que conocemos hoy, algunos estudios sugieren que ha estado en la atmósfera del planeta durante casi 400 años. Con la llegada de las sondas espaciales y telescopios modernos, como las misiones Pioneer, Voyager, Galileo, Juno, y el telescopio espacial James Webb, hemos tenido la oportunidad de estudiar la tormenta con gran detalle.
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¿Qué es la Gran Mancha Roja?
La Gran Mancha Roja es un anticiclón ovalado que se encuentra aproximadamente a 22 grados de latitud sur del ecuador de Júpiter. Esta tormenta produce vientos de hasta 400 kilómetros por hora, y su color rojo intenso se debe a compuestos orgánicos llamados «tholinas», formados por el bombardeo de rayos cósmicos. A pesar de las numerosas observaciones, todavía hay muchos misterios que rodean su formación y color.
¿Está desapareciendo la Gran Mancha Roja?
Recientemente, la Gran Mancha Roja ha mostrado señales de contracción. A finales del siglo XIX, se estimaba que su tamaño era de 48,000 kilómetros. En 1979, con las observaciones de la sonda Voyager, se redujo a 23,000 kilómetros, y en la actualidad mide solo unos 16,000 kilómetros. Esta disminución continua plantea la posibilidad de que la tormenta esté en vías de desaparecer.
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Además, en 2019, la Mancha sufrió un cambio importante cuando perdió fragmentos que se disolvieron en las nubes de Júpiter. Según investigaciones de 2021, este evento aceleró un 8% el anillo más externo de la tormenta, lo que sugiere que su disminución podría generar vientos más intensos y menos estabilidad, acelerando su posible disolución.
¿Qué depara el futuro?
Aunque la tendencia apunta a una disolución gradual, los científicos no pueden predecir con certeza qué sucederá con la Gran Mancha Roja. La dinámica atmosférica de Júpiter es increíblemente compleja, y es posible que la tormenta se estabilice o incluso recupere parte de su tamaño en el futuro.
Fuente: Wired.
Foto: National Geographic.