En 2017, el pontífice recibió un Lamborghini Huracán personalizado, lo bendijo y subastó por más de 800 mil dólares. El dinero fue destinado a obras benéficas en todo el mundo.
MIRÁ TAMBIÉN | Gemini gana terreno en Samsung gracias a Google
En noviembre de 2017, el papa Francisco recibió un Lamborghini Huracán blanco con detalles dorados, diseñado especialmente para él. Sin embargo, fiel a sus principios de humildad y servicio, el pontífice no lo conservó. En cambio, bendijo el vehículo, firmó su carrocería y lo subastó, transformando este exclusivo auto deportivo en una herramienta de ayuda humanitaria.
El automóvil, una joya de la ingeniería italiana, podía alcanzar los 325 km/h y acelerar de 0 a 100 en tan solo 3.2 segundos. Equipado con un potente motor V10, caja de cambios de siete velocidades y un interior deportivo de altísima calidad, el Huracán fue valuado en 230 mil euros. Sin embargo, su historia lo volvió único y fue subastado por la prestigiosa casa Sotheby’s en Mónaco por unos 715 mil euros (más de 800 mil dólares).
El 70% de lo recaudado fue destinado a la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), que asiste a comunidades cristianas afectadas por guerras y persecuciones. El resto se repartió entre la Comunidad Papa Juan XXIII, que trabaja con mujeres víctimas de trata y prostitución, y las organizaciones italianas Gicam, especializada en cirugía de manos, y Amigos de África Central, que ayuda a mujeres y niños en ese continente.
MIRÁ TAMBIÉN | Bluesky lanza su sistema de verificación con marcas azules
La decisión del papa Francisco de donar el vehículo fue vista por muchos como un ejemplo de coherencia entre sus palabras y acciones. Mientras el mundo admiraba las líneas y el rugido del motor, el pontífice lo convirtió en una símbolo de solidaridad y esperanza para los más necesitados.
Durante su papado, Francisco también se destacó por usar vehículos modestos. En sus viajes prefería automóviles sencillos de producción local, adaptados mínimamente para ofrecer visibilidad y seguridad. Su versión del papamóvil, en muchas ocasiones, fue una camioneta sin blindaje, lo que reforzaba su imagen cercana al pueblo.
Este episodio del Lamborghini es recordado como una muestra más del estilo sobrio del papa argentino, que eligió transformar el lujo en caridad.
Fuente: Infobae
Foto: Motor pasion