El tereré, una bebida fría preparada con yerba mate y hierbas medicinales, es mucho más que una simple infusión.
Originaria de Paraguay, esta práctica ancestral promueve la convivencia, la inclusión y la comunicación, además de ofrecer beneficios para la salud. El tereré forma parte de la vida diaria de los paraguayos y es habitual verlo en todas las reuniones, sin importar el lugar, la cantidad de personas o el tema de conversación.
Un ritual de unión y tradición
En palabras de Javier Torres, un vendedor de yuyos del Mercado 4 de Asunción, el tereré simboliza «unión, hermandad y compartir». Javier, quien además de ser abogado es el fundador del Tereré Literario, destaca el valor cultural del tereré en la transmisión de conocimientos ancestrales sobre las hierbas medicinales, conocidas en guaraní como Pohã Ñana. Estas hierbas se seleccionan cuidadosamente para preparar el tereré adecuado según el momento y las necesidades del cuerpo.
En 2020, la UNESCO reconoció la importancia cultural del tereré, incluyéndolo en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este reconocimiento subraya cómo la bebida fomenta la cohesión social, el respeto, la amistad y la solidaridad, además de preservar el legado cultural y botánico del pueblo guaraní.
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Cómo se prepara el tereré
Preparar un buen tereré implica seguir un ritual que los paraguayos dominan a la perfección. Primero, se seleccionan las hierbas medicinales que se colocarán en el termo con agua fría y hielo. Esta mezcla, impregnada del aroma y propiedades de las hierbas, se vierte luego en una guampa con yerba mate. Se bebe con una bombilla, pasando la guampa de una persona a otra en un gesto de compartir.
El tereré no solo hidrata y refresca en los días calurosos, sino que también se adapta a diferentes momentos. Por ejemplo, si alguien busca relajarse, puede optar por agregar menta a su tereré para calmarse y refrescarse.
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Energía e hidratación para los trabajadores
La historia del tereré se remonta a tiempos precolombinos, cuando los habitantes de Paraguay, bajo el intenso calor de más de 40 grados, comenzaron a preparar esta infusión fría para mantenerse hidratados y con energía. Con la llegada de los jesuitas en el siglo XVIII, el tereré fue documentado y comenzó a ganar popularidad.
Durante la Guerra de la Triple Alianza en el siglo XIX, el tereré jugó un papel crucial para los soldados paraguayos, ayudándoles a mantenerse hidratados y a soportar las duras condiciones del conflicto. Más tarde, el hielo, introducido a finales del siglo XIX, consolidó el tereré como una bebida cotidiana.
Fuente: Naciones Unidas.
Foto ilustrativa.